Budapest, 11 oct (EFE).- Unos ocho millones de ciudadanos húngaros están llamados mañana a las elecciones locales en 3.000 ciudades y pueblos, en las que se espera que el partido conservador Fidesz, del primer ministro Viktor Orban, consolide su poder con una amplia victoria.
Según las últimas encuestas del Instituto Ipsos, la segunda fuerza política sería el partido de extrema derecha Jobbik.
La victoria del conservador Fidesz sería clara, según los sondeos de Ipsos, que pronostican el apoyo del 50 % de los ciudadanos con intención de votar.
El Jobbik, partido de ultraderecha con un discurso racista, conseguiría el 16 % de los votos, mientras que para los socialistas se estima un resultado del 15 %.
Según esos datos el gobernante Fidesz podría conseguir la mayoría en las juntas de las 20 provincias del país, y en muchas de ellas el Jobbik se perfilaría como segunda fuerza.
Viendo los pronósticos, el presidente del Jobbik, Gábor Vona, aseguró recientemente que su partido «se consolidará y se reforzará como segunda fuerza del país».
La meta principal de la oposición de izquierda, liderada por los socialistas, es ganar en 8 de los 23 distritos de Budapest, frente a los 3 que había conquistado en las elecciones anteriores, en 2010.
La izquierda espera también ganar en algunas de las ciudades más grandes del país, igual que el Jobbik, que según los pronósticos podría conquistar varias localidades de más de 10.000 habitantes.
Aún así los sondeos pronostican una alta abstención, ya que tan solo el 43 % de los encuestados afirmó que participaría en las elecciones.
