Hay muchas instancias de la vida en las que un préstamo puede llegar a ser necesario. Por eso, es imprescindible contar con la información adecuada antes de tomar una decisión.
Los préstamos pueden hacerse necesarios en muchas ocasiones. Lo cierto es que, a veces, se presentan gastos que no podemos cubrir inmediatamente ya que no disponemos de la suma de dinero que se requiere.
En esos casos, el préstamo aparece como una posible solución y aunque no hay de qué preocuparse, sí debemos tener una serie de cosas en cuenta, y saber de qué se trata antes de tomar una decisión precipitada.
¿Qué es un préstamo?
El préstamo consiste en una operación financiera mediante la cual una persona física o jurídica le otorga a otra una cantidad determinada de dinero. Con esta operación se establece un contrato o acuerdo, en el que ambas partes pactan la devolución del dinero al cabo de cierto período de tiempo, en la mayoría de los casos, con intereses.
Antes de solicitar uno debemos realmente considerar cuál es la cantidad del dinero que necesitamos, ya que en el caso de que sea inferior a 800 €, por ejemplo, lo más conveniente será acudir a un micro préstamo. Éstos suponen un menor tiempo de duración y un importe más reducido.
¿Qué tipos de préstamos existen?
Así como hay distintos fines para los préstamos, existen tipos de préstamos distintos con sus respectivas condiciones cada uno. Además, mientras que antes sólo podía se podía acceder a uno a través de un banco, hoy en día está también la posibilidad de solicitarlos de manera online.
Cada forma de acceso tiene su modalidad, ya que, por ejemplo, los préstamos online suelen hacerse más rápidamente, por no tener intermediarios o las regulaciones normales que sí tienen los bancos.
Ahora bien, están los préstamos personales y los hipotecarios. Estos últimos se dan con el fin específico de cubrir la compra de una vivienda. Los préstamos personales, por otro lado, sirven para abastecer necesidades en concreto, de manera que no suponen cantidades muy grandes de dinero. Para estos se aconseja buscar y utilizar un comparador para informarse de cuál es la entidad que mejor nos va para nuestro préstamo. También se pueden dividir en otros tipos.
Los préstamos a consumo suelen solicitarse para cubrir los gastos de bienes de consumo duraderos y tangibles, como la compra de un vehículo. Los préstamos de estudio tienen la finalidad de financiar estudios, ya sean universitarios o de posgrado. Tienen un corto plazo de reembolso y no suelen implicar grandes cantidades.
Pero, además, existen algunos préstamos sin intereses. Estos pueden ser realmente convenientes ya que no requieren de aumentar el importe a la hora de la devolución.
A los préstamos personales sin interés suelen otorgarlos empresas privadas y entidades financieras. Y los préstamos con finalidad se entregan una vez que el solicitante haya declarado el fin específico del dinero. En este caso, es una característica primordial.
¿Dónde puedo solicitar un préstamo?
Como mencionamos, los préstamos suelen ser otorgados por entidades financieras, como bancos o cajas de ahorros. Aunque también se encargan de ellos algunas cooperativas de ahorro o de crédito, prestamistas privados, empresas de tarjetas de crédito, algunos supermercados o tiendas en especial y plataformas que se dedican a la gestión exclusiva de este tipo de transacciones, muchas de ellas online.
¿Cualquier persona puede acceder a uno?
Pedir un préstamo no conlleva grandes requisitos, pero sí algunos básicos. En primer lugar, es necesario ser mayor de edad y contar con un documento de identidad.
Por otro lado, muchas veces desde la entidad se le pedirá a la persona solicitante que explique cuál es el fin de dicho préstamo. En base a esto se establecerán las condiciones que correspondan.
Otro de los aspectos necesarios será la demostración de solvencia. Es decir, el o la solicitante deberá probar a la entidad que tiene la liquidez suficiente para devolver el dinero que le será otorgado y sus respectivos intereses. Esto suele hacerse mediante certificación de ingresos, o documentos semejantes que evidencien que se tiene un trabajo o fuente de dinero.
También se solicitarán documentos respectivos a la vivienda de la persona, como escrituras de la casa en el caso de que fuera propietario, declaración de bienes o contrato de alquiler.
Y, por último, uno de los requisitos más importantes es no estar dentro de una lista de morosos o deudores. Esto, en muchos casos, puede inhabilitar la posibilidad de acceder a un préstamo en una entidad, como los bancos tradicionales, ya que éstos usualmente no aceptan a solicitantes deudores, porque no tienen cómo comprobar que efectivamente podrán devolver el capital.
¿Qué cuidados u observaciones debo hacer a la hora de acceder a un préstamo?
Como con toda transacción de dinero u operación semejante, es indispensable tomar una serie de precauciones. Esto no implica que las cosas vayan a salir mal, simplemente es una manera de prevenir malentendidos o desacuerdos.
Entonces, a la hora de acceder a un préstamo se deberán tener en cuenta varias cuestiones. Antes de guiarte por un asesor, comprueba también que los cálculos sean los correctos. No deposites todo el control en otra persona, ya que se trata de tu propio dinero.
Otro de los aspectos fundamentales es revisar el contrato antes de concretar la operación. Esto es algo importante cualquiera sea la gestión que estemos llevando a cabo, y especialmente si se trata de dinero. Repasa las cláusulas y los detalles todas las veces que sea necesario y haz las preguntas que creas pertinentes. Es importante que puedas despejar todas las dudas.
Por último, consulta a conocidos acerca de sus experiencias y pide referencias sobre la entidad que elijas para solicitar el préstamo. Asegúrate de que se trata de una empresa o agencia de confianza. Para esto también puedes buscar opiniones en internet o consultar su página web.
Y recuerda que a estas operaciones es mejor llevarlas con calma. Cuando acuerdes el plazo de devolución chequea bien los intereses y contempla tus necesidades reales. Generalmente es mejor tener préstamos a plazos cortos, pero dependerá de tus circunstancias y el fin que le destines a ese dinero.