Madrid, 7 sep (dpa) – Poco importa que actuara en la capital de uno de los países que más hostilidad le ha mostrado y que lo ha consagrado como todo un exponente del machismo en tiempos del #Metoo: el colombiano Maluma salió airoso de los ataques y se metió en el bolsillo al público en el concierto que ofreció la noche del jueves en Madrid, en el que mostró su faceta más emotiva pero también la más provocadora.
Consciente de una polémica que arrastra desde hace años y que ha desatado en España varias campañas para prohibir sus canciones e incluso sus conciertos, el colombiano Juan Luis Londoño, de 24 años, supo agradecer la fidelidad de los fans que lo acompañaron pese a las críticas, a quienes envió un emotivo mensaje entre lágrimas.
«A pesar de que mucha gente vaya en contra de mí, ustedes siempre han estado ahí. Muchas gracias, Madrid», dijo el artista oriundo de Medellín en el segundo concierto de su gira F.A.M.E en España.
La primera cita fue el martes en Palencia (centro-norte), donde una iniciativa que reunió más de 25.000 firmas intentó prohibirlo, sin éxito. La gira se ha visto además acompañada por la polémica que ha rodeado a uno de sus últimos temas «Mala mía», no tanto por la letra sino por el videoclip en el que aparece en la cama rodeado de mujeres semidesnudas. La campaña #MejorSolaQueConMaluma llamaba a ridiculizarlo subiendo fotos de los usuarios en sus camas haciéndole la peineta.
Maluma empezó respondiendo a las críticas en Madrid con humildad y lágrimas, pero terminó con una ostentosa provocación: la interpretación, con una inyección de energía final, de su tema más controvertido, «Cuatro babys», la canción que abrió la mayor de todas las polémicas en España con otra iniciativa en la plataforma «Change.org» pidiendo su prohibición en 2016.
«Estoy enamorado de cuatro babys/siempre me dan lo que quiero/chingan cuando yo les digo/ninguna me pone pero», dice la polémica letra que coreó entregado el público en Madrid como broche final del concierto. «¿Dónde están mis cuatro babys?», preguntó el artista en medio de miles de manos alzándose voluntarias a convertirse en protagonistas de la canción.
Maluma terminó así provocando también con su imagen más urbana y gamberra: pantalón de chándal y camiseta sin mangas negra que dejaba al descubierto sus tatuajes, cruz dorada al cuello, pelo suelto y una seductora mirada que hablaba por sí sola.
Pero no fue hasta el final del concierto cuando el colombiano se soltó la melena: primero había mostrado su imagen más formal y romántica.
Maluma se subió al escenario del céntrico WiZink Center madrileño enfundado en un traje dorado estampado, camisa blanca y chaleco incluido, pelo en un recogido impecable y gafas de sol para interpretar «23», una canción que ya parecía responder a algunas de las críticas: «Unos me lo maman/otros me difaman/mientras las gatas me pagan pa’ hacerles conciertos privados en su cama».
Comenzaba a subir la temperatura con su tema en español y portugués «Corazón» y seguía con «Vente pa acá», el tema que interpreta a dúo con Ricky Martin que ponía a bailar al estadio madrileño que hoy colgó el cartel de lleno. Si el puertorriqueño estuvo presente sin estarlo en Madrid, a quien el público echaba de menos era a Shakira cuando llegaba el turno de «Clandestino», el último de los éxitos de Maluma junto su compatriota.
Le seguían «Me llamas», «Mujer tan bella», «Carnaval» o «Mala Mía», toda una declaración de intenciones contra las críticas y a favor de llevar una vida libre: «Siempre he sido así, todos ustedes lo sabían. Así es mi vida, es sólo mía».
Pero antes, se quitaba la chaqueta y sacaba la camisa, comenzando a provocar a un público mayoritariamente femenino, pero en el que también había hombres jóvenes que se declaraban auténticos fans del cantante.
En medio de cambios de vestuarios en los que lució jeans y ropa más informal, siempre adornada con brillos y dorados, quitándose y poniéndose gafas, Maluma mostró su lado más romántico cantando «El Perdedor» a una joven escogida entre el público en el escenario, en cuyo regazo se sentó y a quien terminó propinándole un beso en la boca.
Siguió en ritmo lento con «Marinero» o «El préstamo», antes de volver a ganar ritmo con «Borró cassette» o «Chantaje».
«Quiero que sepan que este momento va a queda en mi memoria para siempre. Gracias Madrid por tanto amor y por escucharme», se emocionaba antes de entregarse de lleno con uno de sus temas más conocidos, «Felices los 4», antes de poner el broche final con sus polémicas «Cuatro Babys».
El colombiano seguirá su gira en España mañana viernes en Málaga (sur), el sábado en Sevilla (sur) y los próximos 14 y 15 en Valencia (este) y Barcelona (noreste).
Por Raquel Miguel (dpa)