
(dpa) – Miden apenas unos milímetros, pero de todas maneras causan dolor en la boca: las aftas son zonas infectadas que aparecen sobre todo en los labios y la cara interior de las mejillas.
Estas ampollitas con una capa blanquecina generalmente se curan solas y son inofensivas, explica en su página web el Instituto para la Calidad y la Rentabilidad en la Sanidad (IQWiG, según sus siglas en alemán). Contra los dolores se pueden aplicar geles o enjuagues bucales analgésicos.
Si las aftas no se curan en el transcurso de dos semanas o se extienden mucho, es preferible consultar a un médico. Lo mismo vale si además se inflaman los ganglios linfáticos o aparece mal aliento. Según los expertos, las terapias con láser o pastillas antiinflamatorias sólo se justifican en casos graves.
Las aftas pueden iniciarse en los lugares afectados con un ardor, un hormigueo o una mucosa bucal áspera. Luego, la zona enrojece, se inflama y tras entre uno y tres días se forma la capa blanquecina. Los dolores muchas veces ceden después de algunos días, señala el IQWiG. Y después de aproximadamente una semana, la infección suele haberse curado.