La Unión Europea ante un nuevo comienzo con Irán

europaBruselas, 19 ene (dpa) – Las consultas de los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea no siempre son rutinarias. Pocas veces se verá una coreografía política tan calculada como cuando se reúnan este lunes a las 08:30 (GMT) en Bruselas. Y la ocasión no lo desmerece, pues se trata de una de las oportunidades más importantes para rebajar la tensión de un conflicto que ya dura 12 años: el desencadenado por el programa nuclear de Irán.

El sábado llegaron a Teherán los inspectores del Organismo Interancional de la Energía Atómica (OIEA). El lunes por la mañana tendrán que confirmar a los ministros reunidos en Bruselas que Irán ha emprendido las medidas necesarias para suspender el enriquecimiento de uranio por encima del 5 por ciento.

Tras esa confirmación, la responsable de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, Catherine Ashton, solicitará a los ministros que aprueben la resolución número 2013/0452 (NLE), con la que una parte de las sanciones contra Irán serán suspendidas. «Creemos que el lunes transcurrirán así las cosas. Pero nadie puede descartar que algo acabe interponiéndose en el camino. ¿Pero qué interés podría tener Irán en ello?», señala un diplomático de la UE.

Durante meses, Irán y el grupo 5+1 -las cinco naciones con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU- más Alemania han estado buscando una solución para evitar que el diferendo por el programa nuclear iraní derivase en un conflicto militar.

El «plan de acción» conjunta acordado en noviembre en Ginebra, que ahora se pone en marcha, es tan sólo el principio. Las partes esperan llegar a un acuerdo definitivo más amplio que garantice que Irán no tiene armas nucleares, pero que le reconozca el derecho a emplear la energía nuclear con fines pacíficos.

Y no será fácil, pues desde que se conociera en 2002 la existencia de instalaciones nucleares secretas en Irán, existe una falta de confianza muy acusada entre las partes.

Irán, según la Unión Europea, sigue incumpliendo las diversas resoluciones que ha aprobado Naciones Unidas. Los políticos de la región, ya sean de Israel, los Emiratos o Arabia Saudí, desconfían por muy distintas razones de la afirmación iraní de que la república islámica no está interesada en fabricar armas nucleares. En Estados Unidos, el presidente Barack Obama se emplea a fondo para que el «plan de acción» acordado no se vea torpedeado por nuevas sanciones e incluso está dispuesto a recurrir al veto presidencial.

Diplomáticos en la UE consideran que la resolución que se aprobará este lunes -en la que la suspensión del enriquecimiento de uranio a un nivel elevado se responde con la supensión de sanciones a los ingresos petroquímicos y las transacciones financieras, así como el permiso a Irán para transportar crudo-, constituye un «paso importante» en el camino hacia la «generación de confianza y de una mejor atmósfera para un acuerdo más amplio con Irán.

Los gobiernos de la UE consideran el acuerdo del «plan de acción» como la mejor oportunidad que se ha dado hasta el momento para superar de una vez esta falta de diálogo entre las partes que imperó sobre todo durante los dos mandatos del presidente fundamentalista Mahmud Ahmadineyad, entre 2005 y agosto de 2013.

Tanto el nuevo presidente, Hassan Rohani, como su titular de Exteriores, Mohammed Yawad Zarif, ya han dejado saber que quieren mejorar la relación con la UE y Estados Unidos.

Walter Posch, experto en Irán de la berlinesa Fundación Ciencia y Política (Stiftung Wissenschaft und Politik, SWP), considera que no se debe sólo a que las sanciones han golpeado duramente la economía iraní. Sino también a que en vista del descontento de la población, a nivel interno se está dando una «moderación». Además, el «sectarismo» del conflicto en Siria, que ha vuelto a encender el «conflicto chiita-sunita en toda la región», ha contribuido a que hubiera una disposición a la negociación en el conflicto nuclear, aseguró Posch.

Por Dieter Ebeling