La socialdemocracia brasileña busca evitar la ruina

urna(dpa) – El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) llega a las elecciones presidenciales del domingo buscando eludir la amenaza de perder su puesto de segunda fuerza política del país y de principal rival del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) en la lucha por el poder en el gigante sudamericano.

Su candidato a la Presidencia, Aécio Neves, marcha tercero en la disputa hacia los próximos comicios y, de no remontar en los últimos días la distancia que lo separa de la ambientalista Marina Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB), el PSDB quedará excluido de la disputa de la segunda vuelta por primera vez desde 1994.

Sería un duro golpe para la agrupación creada en 1988 por el ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), que además está muy cerca de perder en las próximas elecciones uno de sus principales reductos electorales, el estado de Minas Gerais, que gobernó en los últimos 12 años, ocho de ellos a través de Aécio Neves.

Según una encuesta divulgada este lunes por el Instituto Datafolha, sin embargo, la batalla todavía no está perdida para el senador de 54 años, quien vio desplomarse su índice de preferencias en agosto, cuando Silva ingresó en la disputa presidencial -tras la muerte del candidato del PSB Eduardo Campos, en un accidente aéreo-, pero recuperó parte del terreno perdido en la recta final de la campaña.

La desventaja de Neves frente a Silva, que era de 20 puntos porcentuales a fines de agosto, bajó a solamente cinco puntos: la ambientalista tiene ahora un 25 por ciento de las intenciones de voto, frente al 20 por ciento del ex gobernador de Minas Gerais.

De mantener la tendencia de crecimiento, el nieto del ex presidente Tancredo Neves -quien no llegó a asumir la Presidencia debido a que fue internado gravemente enfermo un día antes de la investidura y murió semanas después- podrá incluso revertir una estrepitosa caída del PSDB.

Para atraer a los electores, el senador esgrime los éxitos logrados en sus dos mandatos como gobernador de Minas Gerais, de los que salió con la aprobación de ocho de cada diez habitantes del estado.

En su campaña, Neves propuso un fuerte ajuste fiscal para frenar la inflación -actualmente en aumento-, equilibrar las cuentas públicas y estimular el crecimiento económico -que este año será de sólo un 0,7 por ciento, según prevé el Banco Central- y promete «perfeccionar» los programas sociales lanzados por el PT, como el Beca Familia.

El «delfín» del ex presidente Cardoso posee una exitosa trayectoria política que comenzó junto a su abuelo, de quien fue secretario personal. Además, fue presidente del banco estatal Caixa Económica y cumplió dos mandatos como diputado federal, durante los cuales llegó a ser presidente de la Cámara Baja.

A lo largo de su carrera política fue catalogado por la revista brasileña «Época» como uno de los 100 brasileños más influyentes durante siete años consecutivos y como legislador estuvo entre los llamados «cabezas del congreso», una lista elaborada por el Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentaria.

El repunte de Neves, sin embargo, no parece haber afectado al desempeño del PSDB en su propio estado, Minas Gerais, donde el candidato del PT, Fernando Pimentel, lidera con un 45 por ciento de las preferencias, frente al 25 por ciento del socialdemócrata Pimenta da Veiga y tiene enormes posibilidades de ser elegido gobernador en la primera ronda.

Los votos de los electores de Minas Gerais en los comicios presidenciales serán decisivos para definir si Neves avanza o no a la segunda ronda, según afirmó el politólogo Antonio Carvalho Teixeira: «Es el segundo mayor colegio electoral del país. Cualquier punto en Minas hace una gran diferencia», argumentó.