(dpa) – Las rodillas necesitan movimiento, más que nada. Muchos tienen un problema con esto, pero también existe el problema opuesto: algunos atletas aficionados ejercitan de más, explica la revista alemana «Apotheken Umschau».
Que el deporte sea veneno o medicina depende de la dosis, porque la rodilla perdona poco. Quien entrena regularmente hasta su límite natural o va más allá, se arriesga a sufrir problemas como una rotura de ligamentos o lesiones en los meniscos. Y así aumenta el riesgo de una artrosis.
Para hacer algo bueno para las rodillas, la revista recomienda sobre todo ejercicio moderado como, por ejemplo, caminatas. Menos de 150 minutos por semana es demasiado poco según los especialistas.
Quien quiera hacer deporte, ayuda a la rodilla sobre todo caminando o andando en bicicleta. Los cambios rápidos de dirección y las cargas elevadas, por ejemplo en los deportes de pelota, son menos favorables.
