Managua, 30 sep (dpa) – La policía de Nicaragua desplegó hoy unidades antimotines para impedir una nueva marcha opositora en la capital Managua, que finalmente fue cancelada por los organizadores, mientras movimientos adversos al Gobierno llamaron a no deponer la protesta cívica.
Tras cancelar la protesta planificada para este domingo debido al operativo policial, la opositora Articulación de Movimiento Sociales -organizadora de la manifestación- dijo que «las marchas no deben cesar (…) porque son la expresión principal de la movilización ciudadana en contra de la dictadura».
«Suprimir las marchas sería como darse por derrotado, lo cual no debe suceder después de la matanza sufrida y porque no queremos vivir bajo un régimen de terror», añadió el movimiento en un comunicado en el que acusó al Gobierno de imponer «un estado de sitio (…) al coartar una serie de libertades (…) como el derecho a la protesta y la libre movilización».
La Articulación, que agrupa a un centenar de movimientos surgidos tras las protestas de abril, denunció además el «uso excesivo de la fuerza», un supuesto «derroche de los recursos públicos» al usar a emplados estatales y la policía para «cortar un derecho jurídicamente establecido».
Por su parte, monseñor Silvio Báez, uno de los obispos más críticos con el Gobierno, expresó durante su homilía dominical que «quien prohíbe y excluye por capricho y quien atropella y reprime la libertad de otros no tiene los sentimientos de Jesús», en aparente alusión a las últimas actuaciones del Gobierno en contra de los manifestantes opositores.
Este domingo, durante un operativo que impidió una marcha opositora, varias patrullas con decenas de policías, incluyendo antimotines, detuvieron a tres mujeres de más de 60 años, dos de las cuales asisten habitualmente a las protestas contra el presidente Daniel Ortega.
El canal 10 privado transmitió imágenes del momento del arresto de una de ellas, mientras un periodista la entrevistaba. «No soy delincuente, no soy delincuente», gritaba la mujer mientras se tomaba de la mano con otras dos que también fueron llevadas por la fuerza por los agentes, mientras algunos testigos eran empujados y eran insultados al intentar impedir el arresto.
Una de las detenidas fue una mujer de 72 años, conocida en las marchas opositoras como «Doña Coquito», una vendedora de agua que ganó notoriedad cuando meses atrás regaló su venta a los manifestantes opositores.
Medios locales informaron que la septuagenaria fue liberada poco después y que según su propio testimonio no recibió maltrato tras su detención.
En tanto, el diario «La Prensa» reportó que diversas zonas de la capital fueron este domingo «tomadas por policías y simpatizantes» del Gobierno, principalmente las zonas donde estaba prevista la marcha convocada por los opositores.
El portal oficialista «19 digital» informó hoy que la presencia de los simpatizantes del Gobierno en las calles de Managua era «para demandar justicia y paz» y además expresar «el respaldo al (gobernante) Frente Sandinista y a sus principales dirigentes».
El incidente ocurre un día después que la policía disolviera por la fuerza una manifestación opositora en Managua tras el anuncio del Gobierno de prohibir toda manifestación en su contra y de declararlas «ilegales».
En tanto, medios locales como la edición online de «La Prensa» y el portal de noticias «Artículo 66» también reportaron el arresto de varios jóvenes que realizaron el sábado un plantón de protesta contra el Gobierno en la ciudad de Estelí, 148 kilómetros al norte de Managua.
Nicaragua vive desde abril la peor crisis política de las últimas décadas, que comenzó con una protesta estudiantil y que ha dejado hasta 512 muertos, según ONGs de derechos humanos independientes. El Gobierno, que reconoce solo 200 decesos, los atribuye a la violencia desatada por los opositores durante las protestas.
Por Johnny Cajina (dpa)