La ONU apunta a crímenes contra la humanidad en la República Centroafricana

5959066wGinebra, 19 feb (EFE).- La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, recordó hoy a todos los líderes en cargos de autoridad de la República Centroafricana que deben hacerse responsables de las atrocidades cometidas en el país, «que pueden llegar a crímenes contra la humanidad, por acción y omisión».

«Aunque la situación parece más calmada en Bangui, siguen llegando informes de violencia. El reciente asesinato de un miembro del Parlamento por pedir el arresto de los responsables de violaciones de derechos humanos es extremadamente preocupante», aseveró Pillay en un comunicado divulgado hoy en Ginebra.

La máxima responsable sobre derechos humanos de la ONU señaló que la mayoría de la violaciones que se están produciendo en estos momentos procede de los grupos anti-Balaka, milicias formadas por cristianos para luchar contra los exrebeldes Séléka, de la minoría musulmana, durante los meses que permanecieron en el poder, desde marzo hasta diciembre del año pasado.

«Aunque quedan unos pocos grupos de ex-Séléka vestidos de civiles que atacan a cristianos, la mayoría de las violaciones estos días las cometen los anti-Balaka, que están cada vez mejor organizados», afirmó Pillay.

Los grupos anti-Balaka llevan semanas atacando deliberadamente a la población musulmana de Bangui, especialmente en los barrios de Miskine, Malinaka y Combattant; ataques que la ONU considera que son un intento de «limpieza étnica».

«El nivel de destrucción es devastador. Además de asesinatos y violaciones, se están destrozando sus casas. Las puertas, los marcos de las ventanas y los tejados son destrozados o quemados para desalentar a los musulmanes a regresar a sus hogares», explicó.

Pillay lamentó el «nivel de crueldad y desconsideración hacia la vida humana» que se aprecia en el país, donde son habituales las mutilaciones en público, como amputaciones genitales, decapitaciones e incluso al menos un caso de canibalismo.

La alta comisionada también llamó la atención sobre la retórica antimusulmanes que se escucha en la televisión y condenó la declaración pública que hicieron varios parlamentarios cristianos instigando a la violencia interreligiosa.

«Estos líderes deben ser conscientes del efecto directo de sus palabras y acciones en sus seguidores y deben entender que pueden llegar a rendir cuentas ante la justicia por estos crímenes que han ordenado, solicitado o inducido», explicó Pillay.

Además de la difícil situación en Bangui, Pillay advirtió de los peligros fuera de la capital, ya que tras su retirada del sur y el oeste, las fuerzas ex-Seleka se están reagrupando en su bastión del norte del país, en las regiones de Vakaga, Batafango y Kaga Bandoro.

«Está provocando un nuevo ciclo de violencia porque recurren a la destrucción de pueblos y la quema de cosechas», indicó.

Una Comisión de Investigación de la ONU comenzará pronto a indagar sobre violaciones de derechos humanos en el país y el fiscal de la Corte Penal Internacional ha abierto un examen preliminar sobre estos potenciales crímenes.