El 2008 fue el año en el que Satoshi Nakamoto sacó a la luz el Bitcoin, la primera criptomoneda de la historia. Se creó en un contexto bastante particular, en el que la crisis económica mundial dejaba mucho que desear en cuanto a oportunidades y una visión clara, algo que se ha replicado de forma drástica durante todo el 2020 -y el tiempo que queda.
El contexto ideal para las criptodivisas: un mundo cuasi digital en crisis
El 2020 ha sido un año completamente inesperado para la gran mayoría de la población, a tal punto en el que los cambios sociales, económicos y políticos fueron nunca antes vistos a nivel mundial. Como consecuencia, la historia de la humanidad ha cambiado de forma significativa y esto lo podemos ver desde inicios del año pasado.
Pronto, los gobiernos de muchas partes del mundo comenzaron a cerrar las fronteras de sus países, a tal punto en el que se volvió una normalidad en el mundo entero. El siguiente paso inmediato fue cerrar negocios e imponer el confinamiento como una medida de responsabilidad social para controlar la pandemia.
De esta forma, prácticamente todas las esferas de la vida se vieron afectadas por estos acontecimientos tan drásticos en tan poco tiempo. Actividades como estudiar y trabajar se han debido realizar de forma digital, al igual que pasó con las actividades económicas de empresas y a nivel de finanzas personales.
De hecho, uno de los problemas que se volvieron evidentes durante la crisis del 2020 fue el desfase de la banca tradicional. Se volvió complicado seguir pagando con tarjetas y con dinero en efectivo, y surgió la necesidad de una respuesta para mantener este intercambio monetario sin tener contacto directo con otros.
Sumado a esto, hay que entender que la incertidumbre mundial en términos económicos ha afectado directamente a la población. La ola de desempleos masivos, recortes de sueldo y dificultad para conseguir empleo otra vez, en especial en áreas relacionadas con el turismo y el entretenimiento tradicional.
“¿Qué son las criptomonedas?”, la nueva pregunta del millón
Es una duda que surgió naturalmente después de que se haya popularizado tanto este término en Internet. Se presentó como una forma natural de comerciar por Internet, ya que existía desde antes como una viable, aunque no tan necesaria para la mayoría de la población, al menos en este contexto de este aislamiento.
Páginas como Criptomonedas24.net contribuyen a despejar esta duda. Hasta hace poco, era un término un poco vago para referirse a unas monedas creadas con una complejidad matemática gracias a la intervención automática de máquinas. Suena un poco confuso a pesar de ser relativamente acertado, y esto originó durante bastante tiempo una desconfianza lógica.
Al investigar un poco más, nos damos cuenta de que la base real de las criptomonedas es su seguridad basada en la criptografía de cada movimiento y en su funcionamiento por medio de una base de datos descentralizada llamada la blockchain. En otras palabras, son monedas digitales seguras de usar a la vez que anónimas.
Por otro lado, la otra característica más importante para que una criptodivisa se considere como tal es que no debe estar expuesta a la intervención de ningún Estado, como sí es el caso de los bancos centrales de cada país. Esto logra una independencia de la posible injerencia gubernamental, que suele terminar normalmente en una tasa de inflación o en valores que busca respaldar el Estado de alguna manera.
¿Quiénes usan las criptomonedas y por qué?
En realidad, a pesar de haber sido creado el Bitcoin (la primera criptomoneda) como un método de pago anónimo en la red, hoy en día ese uso no es tan popular. La razón principal es que sus valores varían mucho, y este valor depende de factores menos tangibles al no estar relacionados con ningún Estado.
Por lo tanto, se podría decir que el perfil principal de los compradores y usuarios de las criptodivisas no suelen ser los consumidores o los que las usen directamente como un método de pago. Más bien, se ven como una forma de obtener un beneficio o un respaldo económico en caso de que haya una fluctuación del valor.
Este último punto es el más llamativo para el inversor/ahorrador: la fluctuación da pie a oportunidades interesantes de generar beneficios. Esto se aplica sobre todo en países cuya moneda local es débil o con una situación económica demasiado desfavorable para afrontar de manera regular.
La relación con el mercado
El mundo entero entró directamente en esta situación: una economía en recesión y una incertidumbre en prácticamente todos los aspectos concernientes a la vida del individuo y a las acciones del propio Estado. En otras palabras, casi todos los ciudadanos se vieron en esta situación de economía desfavorable.
Siendo éste el mercado, se abrió una brecha en la que las criptomonedas empezaron a fluctuar de forma exagerada en cuanto a su valor. Para muchos, pudo haber sido una oportunidad para generar ingresos, mientras que para otros se presentaron como una manera de proteger sus ahorros.