La radio es historia, pero también presente y futuro. Fiel compañera en las noches de insomnio, nos acerca a otras vidas y a todo tipo de informaciones. Con más de cien años de trayectoria, la radio fue hasta la aparición de la televisión, medio imprescindible para informar y para entretener a la audiencia. Voces familiares que llegaban a través de las ondas para contarnos otros mundos. La llegada de la tele hizo tambalear sus cimientos, muchos auguraron una muerte lente pero las peores predicciones sin duda no se cumplieron. Se ha mantenido firme y fuerte, sorteando las adversidades y ampliando su oferta, manteniendo su estilo.
Este viernes 13 de febrero es su día, el Día Mundial de la Radio, celebración que este año está dedicada a la juventud. La directora general de la Unesco, Irina Bokova, ha asegurado que los jóvenes “no están suficientemente representados en los medios de comunicación” y que esta exclusión puede ser reflejo de “su exclusión social, económica o democrática”.
El Día Mundial de la Radio tiene aún una vida muy corta. Establecido en 2012 para aumentar la conciencia sobre su importancia, fueron dos las fechas barajadas para su celebración. El 13 de febrero, día finalmente elegido, nació en 1946 la radio de Naciones Unidas. Otra de las fechas señaladas fue el 30 de octubre por conmemorar un hito de la historia radiofónica, la retransmisión en 1938 de la novela de Orson Welles La guerra de los mundos, que desató la histeria colectiva entre los oyentes estadounidenses.
Según datos de la Unesco, la radio llega al 95% de la población y es el medio más accesible entre las comunidades más desfavorecidas. De acuerdo a los datos disponibles en www.diamundialradio.org 65 periodistas radiofónicos fueron asesinados durante los últimos dos años, casi la mitad de ellos tenía menos de 30 años. La lucha por la información y por la libertad de expresión continúa siendo una tarea ardua.