La Guardia Civil ha procedido a la investigación de una persona por falsedad documental e intrusismo profesional.
La visita de un vecino de Colloto a una clínica veterinaria con la intención de realizar un cambio de titularidad de un perro de su propiedad de raza Chihuahua, destapaba a finales de marzo la trama montada por una vecina de Piedras Blancas de venta de perros de dicha raza con pasaportes falsificados.
La casualidad hizo que los sellos que avalaban las vacunaciones del animal, pertenecieran a la misma clínica a la que el dueño había ido a realizar el trámite, por lo que el personal de la clínica se dio cuenta de la falsificación de los sellos relativos a sus vacunaciones.
Tras poner los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, se comenzaron las investigaciones por parte del Servicio de Protección de la Naturaleza, con el objeto de esclarecer la procedencia de los sellos falsificados.
En el transcurso de las investigaciones, se tuvo conocimiento de la existencia de otro perro de la misma raza en Cancienes, cuyos sellos de vacunación se hallaban también falsificados. Se trataba de dos perros de la misma camada y con idénticos sellos en sus pasaportes.
Finalmente, los investigadores llegaron a la conclusión de que la persona que había falsificado los documentos era una vecina de Piedras Blancas, quien tras criar una camada de cuatro perros de la raza chihuahua que nacieron en noviembre del 2016, estampó sellos falsos en los documentos de vacunación para ahorrarse el importe de las mismas y así obtener mayores réditos de su venta.
La Guardia Civil procedió a la toma de manifestación en calidad de investigada de M.P.R, y vecina de Piedras blancas como supuesta autora de un delito de falsedad en documento oficial (sello veterinario) e intrusismo profesional.
Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Guardia de Avilés.
No es el primer caso que el Seprona de la Comandancia de Gijón investiga un hecho de estas características. En el mes de febrero, un vecino de Gijón fue detenido por hechos similares. En esta ocasión se trataba de un joven de 23 años, quien incluso llegó a realizar labores de veterinario al realizar una inseminación a un perro raza Pinscher, atendiéndolo en el parto y falsificando los documentos de los perros nacidos, todo ello sin titulación alguna ni aval legal para ello.
También en este caso, la clínica veterinaria a la que acudió uno de los perros vendidos para ser castrado, descubría la falsedad de los sellos de vacunación del pasaporte del animal.
La Guardia Civil aconseja realizar las compras de animales a criadores autorizados para intentar evitar este tipo de engaños.