La Fiscalía de Área de Gijón solicita 22 años de prisión para un acusado del asesinato de un hombre en Gijón en septiembre de 2014. La vista oral está señalada a partir de este lunes, ante un Tribunal del Jurado, en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, a las 10.30 horas, según han informado fuentes jurídicas a Europa Press.
Asimismo, en concepto de responsabilidad civil, la Fiscalía solicita que el acusado indemnice con 76.690,12 euros al padre de la víctima y con 10.000 euros a cada uno de sus tres hermanos. También pide dos años de cárcel para otro procesado, por supuestamente encubrir el crimen. Los hechos relativos a la droga y efectos sustraídos en la casa de la víctima no son objeto de enjuiciamiento en esta causa.
De acuerdo al relato fiscal, el acusado, por cuenta y a las órdenes de la víctima, se dedicaba a la venta de heroína. Así, en fecha no determinada del mes de septiembre de 2014, recibió de su parte la cantidad aproximada de 195 gramos de esa droga, que debía entregar a una persona cuya identidad se desconoce. El acusado, en vez de hacer la entrega de la droga a esa persona desconocida, se la quedó para sí.
Sobre las 11.00 horas del día 21 de septiembre de 2014, este, provisto de un cuchillo de grandes dimensiones que llevaba oculto entre sus ropas, acudió al domicilio de quien le había hecho el encargo, en Gijón, con la intención de acabar con su vida.
Una vez en el domicilio y tras recriminarle la víctima que no hubiera hecho la entrega de la heroína y que se hubiera quedado con ella, el acusado, de manera inopinada y sin posibilidad de defensa por parte del otro hombre, esgrimió el cuchillo que llevaba y le propinó numerosas puñaladas.
La víctima cayó al suelo como consecuencia de la agresión, donde sigguió recibiendo puñaladas del acusado, que a continuación, y con un machete de cocina que había en la casa, le dio varios golpes en la cabeza. Según el informe médico forense, la víctima falleció a causa de las heridas de arma blanca. Según la autopsia, recibió 28 puñaladas.
El acusado, asimismo, antes de abandonar la vivienda, limpió con una fregona varias zonas de la casa para intentar borrar pruebas, y, antes de abandonarla, se llevó consigo todo aquello que pudiera identificarle como autor de la muerte. Entre estos objetos estaba: el palo de la fregona que había utilizado para limpiar, el cuchillo y machete de cocina y otros enseres manchados de sangre (plato, vaso, cartera y libreta de ahorros de la víctima). Igualmente sustrajo 150 euros y unos 170 gramos de heroína que había en la casa.
A continuación, se dirigió al domicilio del otro acusado, en Candás, a quien confesó el crimen y le dijo que necesitaba hacer desaparecer los efectos que se había llevado del domicilio de la víctima, excepto la droga y el dinero. El segundo procesado guardó en su automóvil los citados efectos y, con relación con la droga, el acusado del crimen se quedó con 40 gramos y el resto se lo entregó a su cómplice, con el fin de que procediera a su venta y repartirse el dinero obtenido.
Unos dos o tres días después del crimen, los dos acusados, con una garrafa de gasolina comprada por el segundo procesado, se dirigieron a una zona apartada de Candás y allí prendieron fuego a los efectos citados. Además, tiraron el cuchillo y machete de cocina a una zona boscosa, que no fueron recuperados.