Pekín, 19 oct (dpa) – La economía china se desaceleró hasta un 6,5 por ciento interanual en el tercer trimestre de este año, la tasa más baja registrada desde principios de 2009, cuando el país sufrió el embate de la crisis financiera mundial, informó hoy la oficina de estadísticas del Gobierno.
Como causas de la caída, los analistas mencionaron los aranceles aplicados por Estados Unidos a las exportaciones chinas, la falta de confianza pero también la lucha de Pekín contra los riesgos financieros y el masivo endeudamiento del país.
La caída al 6,5% sorprendió, porque los expertos esperaban un 6,6%. La economía del país asiático creció un 6,8 por ciento en el primer trimestre respecto del mismo periodo del año pasado y un 6,7 por ciento en el segundo.
«A la vez observamos que las exigencias externas han aumentado considerablemente», dijo el portavoz de la oficina de estadísticas, Mao Shengyong. «La presión a la baja ha aumentado».
Pese a ello, en total la tasa de crecimiento para los primeros nueve meses fue de 6,7 por ciento. El Gobierno se ha fijado como meta un 6,5 por ciento para 2018, por lo que las cifras se mantienen por el momento por encima de sus previsiones.
También hay que tener en cuenta respecto de las cifras de 2009, cuando en el primer trimestre hubo un crecimiento de un 6,1 por ciento, que la economía del país tenía entonces un volumen de menos de la mitad que ahora.
Pese a ello la preocupación es grande. Antes de que se anunciaran las cifras el jefe del banco central, Yi Gang, y el director de la autoridad de supervisión bancaria y bursátil, Guo Shuqing, salieron juntos a subrayar que las condiciones económicas son buenas y el potencial de crecimiento, grande. Guo habló de «fluctuaciones anormales» en los mercados de acciones que no encajan con la situación económica estable.
Sus declaraciones dieron una inyección de confianza e hicieron subir las Bolsas más de un dos por ciento en Shanghai y Shenzhen. Los mercados chinos están este año entre los más volátiles del mundo. Desde enero el índice CSI 300 perdió en torno a un 30 por ciento de su valor.
El comercio exterior fue muy fuerte en el tercer trimestre porque la guerra comercial abierta con Estados Unidos aún no tenía impacto en China y porque muchos exportadores se apresuraron a adelantar sus ventas antes de que entraran en vigor los aranceles impuestos por Washington. Los expertos creen por ello que el conflicto se intensificará considerablemente en los próximos meses. La mayor parte de los aranceles entró en vigor el mes pasado.
Para mantener estable el nivel de crecimiento, el Gobierno flexibilizó ya la política monetaria y de presupuesto, señaló Max Zenglein, del Instituto Merics para China. «El Gobierno chino teme una fuerte caída económica», explica a dpa. Por eso intenta dar impulso a la expansión por ejemplo a través de grandes proyectos de infraestructura.
Sin embargo, esto implica otros peligros, como abandonar los esfuerzos por limitar los enormes riesgos en el sistema financiero. A causa de la guerra comercial y del endeudamiento desbocado, China «se enfrenta a una combinación de factores de riesgo externos e internos», dijo Zenglein.
Pekín está obligado a actuar. «Y con ello queda claro que se hunde la capacidad de resistencia de la economía china», aseguró.
La lucha contra el endeudamiento y los riesgos financieros aumenta el coste de los créditos para las empresas y reduce la confianza de los actores del mercado, indicó Liu Yuanchun, profesor de Economía en la Universidad del Pueblo de Pekín. «La economía se ve afectada por una tendencia más lenta en las inversiones y el consumo», dijo.
Después de aplicar aranceles adicionales a productos chinos por valor de 50.000 millones de dólares, Estados Unidos sumó a finales de septiembre nuevos gravámenes a bienes por valor de 200.000 millones de dólares. En total se ve afectada pues la mitad de las exportaciones chinas a Estados Unidos. Como represalia China impuso aranceles a importaciones estadounidenses por valor de 110.000 millones de dólares.
Las negociaciones entre ambas partes están congeladas, pero el presidente Donald Trump y el chino Xi Jinping se verán en la cumbre del Grupo de los Veinte (G20) el 30 de noviembre y 1 de diciembre en Buenos Aires.