La contaminación del aire mata a siete millones de personas cada año

Ginebra, 29 oct (dpa) – La contaminación del aire mata a siete millones de personas cada año a nivel mundial, unos 600.000 de ellas son niños menores de 15 años, según un nuevo estudio presentado hoy en Ginebra por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según el informe, un 93 por ciento de los niños respiran un aire que pone en riesgo su salud y desarrollo. En los países ricos afecta a un 52 por ciento de los menores, en el resto de Estados al 98 por ciento. Por ello los ciudadanos deben presionar para alcanzar el objetivo medioambiental de tener un aire mejor, declaró la experta en salud pública de la OMS Maria Neira.

La OMS diferencia entre la contaminación del aire en el exterior y en espacios cerrados. A cielo abierto, la quema de combustibles fósiles o basura, las emisiones industriales, los incendios forestales y las erupciones volcánicas contaminan el aire.

En los lugares cerrados lo hacen el humo del queroseno, el carbón, la basura orgánica o la madera que se utiliza para cocinar, calentar o alumbrar. Esto es especialmente dañino para los niños que, cuando son pequeños, pasan mucho tiempo dentro de las casas. El estudio indica que para que la tendencia cambie también es necesaria una «energía más limpia» precisamente en los hogares.

La investigación destaca que en torno a un 13 por ciento de los niños menores de cinco años fallecidos en 2016 a nivel mundial murieron de neumonía, un porcentaje superior a los que perdieron la vida debido a diarreas, malnutrición o enfermedades infecciosas.

La amenaza existe incluso para los fetos dentro del útero materno, señala la OMS, ya que las sustancias nocivas pueden llegar al bebé a través del sistema circulatorio de la madre. Esto podría dañar el ADN y alterar el crecimiento y el desarrollo de un sistema inmune fuerte, así como hacer especialmente propensos a alergias y asma a los niños. Además podría perjudicar el desarrollo del cerebro.

«Los niños respiran más rápido que los adultos, por lo que absorben más aire y más sustancias nocivas», explica el estudio. Además, los niños pequeños están más cerca del suelo donde se concentran más sustancias nocivas. También respiran más a menudo por la boca en lugar de por la nariz, por lo que las partículas dañinas penetran más fácilmente en el organismo. «Las consecuencias pueden ser problemas de salud de por vida», alertan los autores. «Los niños dependen de nosotros, de que los protejamos de la amenaza del aire contaminado.»

En total 3,8 millones de personas mueren anticipadamente en todo el mundo debido a la contaminación del aire en los hogares, una cifra superior a los fallecidos por malaria, tuberculosis y sida juntos, según el estudio. La OMS publicó los datos en la víspera de una conferencia de las Naciones Unidas sobre el alcance de la contaminación del aire y cómo combatirla.