Tel Aviv, 21 nov (dpa) – Cerca de medio año después del polémico traslado a Jerusalén de la embajada estadounidense en Israel, el alcalde de la ciudad, Nir Barkat, autorizó la ampliación de la legación.
Se trata de una superficie de 700 metros adicionales, de los que la mitad serían bajo tierra, señaló hoy la oficina de Barkat. El regidor se mostró «feliz y orgulloso» del permiso. A través de al ampliación se crearán más oficinas y se podrá emplear a más personal en el embajada.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció unilateralmente en diciembre 2017 que reconocía Jerusalén como la capital de Israel. En mayo trasladó la embajada de Tel Aviv a Jerusalén.
Tanto el anuncio como el traslado recibieron fuertes críticas de la comunidad internacional. Ambos pasos se consideran controvertidos.
La comunidad internacional considera que el estatus de Jerusalén se debería definir en las futuras negociaciones de paz entre israelíes y palestinos.
Israel considera Jerusalén como la capital única e indivisible de su país, mientras que los palestinos quieren Jerusalén oriental como capital de un futuro Estado palestino.
Estados Unidos comunicó además en octubre que iba a cerrar su consulado en Jerusalén, que hasta la fecha funcionaba sobre todo como un puesto de información para palestinos. Será sustituido por un departamento dentro de la nueva embajadas, se indicó.
Una portavoz de la embajada estadounidense dijo a principios de noviembre que hasta mitad de 2019 se seguirán construyendo oficinas para la embajada. No obstante, se siguen estudiando opciones de lugares para una solución a largo plazo. La actual legación es una embajada temporal, según señaló Estados Unidos. Hasta mayo se ubicaba allí una parte del consulado.