París, 29 sep (dpa) – Jean-Jacques Annaud ha rodado la historia en Canadá con una fotografía que promete ser espectacular, como ocurre siempre en sus trabajos. Pero esta vez, el resultado no está dirigido a la gran pantalla. Después de muchos años, el director de cine francés cumple un deseo: cambiar el cine por la televisión. Sin embargo, se mantiene fiel a sus retos, ya que con su nuevo proyecto Annaud, que el lunes cumple 75 años, ha filmado de nuevo una historia basada en un «bestseller».
«La verdad sobre el caso Harry Quebert» de Jöel Dicker, publicado en 2012, trata sobre el famoso escritor Harry Quebert que encuentra en su jardín el cadáver de una adolescente desaparecida hace 30 años. La novela de suspense entusiasmó al público y a los expertos a partes iguales, que encumbraron al autor suizo, que entonces tenía 28 años, y su libro, que fue traducido a más de 30 idiomas.
Con la adaptación cinematográfica de esta historia Annaud regresa en cierto modo a sus orígenes como publicista, explicó el director de «El nombre de la rosa» (1986). Desde hacía años estudiaba la idea de dedicarse a la televisión donde ve un nuevo espacio de libertad, dijo en unas declaraciones recogidas por la revista suiza «Le Temps». Además, según él, le permitía volver a los métodos de rodaje y a una especie de espontaneidad que conocía cuando trabajaba en publicidad.
Annaud ha comprimido las 700 páginas del libro en una serie de 10 capítulos de un total de ocho horas de duración. Las primeras imágenes se pudieron ver en abril en Canneseries, el primer Festival Internacional de Series en la ciudad de Cannes, en el que obtuvo una acogida positiva. La serie se emitirá en la televisión francesa en otoño.
Annaud está considerado un director que imprime mucha fuerza a sus imágenes y cuyas películas resulta difícil clasificar. Su carrera comenzó dirigiendo anuncios de televisión. Su debut «Blanco y negro en color» (1976), una sátira sobre el colonialismo en la Primera Guerra Mundial, retrata sus recuerdos como cooperante en Camerún en la década de los 60.
Por la cinta, que se rodó entre otros en Korhogo (Costa de Marfil), ganó un Oscar a la mejor producción extranjera. Con su tercer filme, «La guerre du feu» (1981), también se hizo con una preciada estatuilla por el mejor maquillaje. Además, esta historia sobre un grupo de neandertales durante la Era de Piedra logró el César a la mejor película y el mejor guion. Con «El oso» (1988) volvió a ganar el César al mejor guion.
El director y productor estadounidense Billy Wilder le aconsejó en una ocasión no repetirse, contó Annaud en Cannes, una máxima que siempre ha seguido. Se atrevió a adaptar al cine la novela de Umberto Eco «El nombre de la rosa», de 500 páginas. En 1992 llegó a la gran pantalla la adaptación del relato autobiográfico «El amante», basado en la obra homónima de Marguerite Duras, y en 1997 «Siete años en el Tíbet», protagonizada por Brad Pitt.
Con un presupuesto de unos 90 millones de euros (10,4 millones de dólares), la película sobre la batalla de Estalingrado «Enemigo a las puertas» (2001) se convirtió en una de los títulos europeos más caros de la historia.
En «El último lobo» (2015) adaptó una de las novelas más exitosas de la literatura china, que había vendido 20 millones de ejemplares y había sido traducida a más de 15 idiomas. El presupuesto ascendió a unos 30 millones de dólares, de los cuales el 80 por ciento procedían de financiación china.
Fueron muchos los directores que mostraron interés por adaptar de «La verdad sobre el caso Harry Quebert», entre ellos, Steven Spielberg, contó Dicker a la cadena de televisión suiza RTS. Pero su editor francés Bernard de Fallois, fallecido en enero, se decidió por Annaud. Algo comprensible teniendo en cuenta las exitosas adaptaciones al cine de obras literarias que ha hecho el cineasta francés.
Por Sabine Glaubitz (dpa)