Tel Aviv, 29 sep (dpa) – Israel arresto a un belga de origen iraní que supuestamente espiaba para Teherán, informaron hoy fuentes de los servicios de seguridad.
El empresario belga, de 55 años y origen iraní, fue arrestado el 11 de septiembre en el aeropuerto internacional de Ben Gurion, cuando intentaba regresar a Europa.
El detenido, que había entrado en Israel utilizando su pasaporte belga y el nombre de Alex Mans, es sospechoso de haber trabajado para la Guardia Revolucionaria de Irán.
Entre las posesiones del detenido se encontraron fotografías de la embajada de Estados Unidos en Tel Aviv.
Según la fuente, el detenido habría admitido que fue reclutado por la Guardia Revolucionaria, que le prometió un millón de dólares a cambio de sus servicios.
Su cometido era establecer una base comercial en Israel que, según los servicios secretos israelíes debería servir de tapadera para llevar a cabo actividades de espionaje.
Los servicios secretos internos de Israel, el Shin Bet, le acusan de haber actuado por encargo de una unidad de la Guardia Revolucionaria responsable de atentados en el extranjero. El hombre había visitado Israel tres veces en un año.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunirá mañana lunes en Washington con el presidente estadounidense, Barack Obama. Entre los temas que discutirán estará sin duda el programa nuclear iraní.
Netanyahu se ha mostrado escéptico respecto al curso moderado adoptado por el nuevo presidente iraní, Hassan Rohani, con quien Obama mantuvo una histórica conversación telefónica esta semana.
Israel considera que el tono conciliador de Rohani no es más que una artimaña y cree que Teherán sigue trabajando para construir una bomba atómica.
El ex ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, amenazó hoy indirectamente a Irán con un ataque militar en medio de la disputa nuclear.
«Es bueno recordar que en el caso del reactor atómico de Irak, a principios de los 80, Israel fue el único país que advirtió y actuó», escribió hoy el ex ministro en su perfil de facebook. «Y quedó claro que teníamos razón», agregó.
Las fuerzas aéreas israelíes bombardearon en 1981 el único reactor atómico iraquí, situado al sureste de Bagdad, en el que desde finales de los 60 funcionaban varios reactores dedicados a la investigación.