Washington, 23 jun (EFE).- El Departamento de Defensa de EE.UU. recibió hoy garantías legales «aceptables» por parte de Irak para proceder con el despliegue de los hasta 300 asesores militares que trabajarán en el país árabe con la misión de ayudar a detener los avances de los yihadistas suníes.
Pocas horas después de asegurar que necesitaban cerrar con Bagdad un acuerdo de protección para sus militares, el portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, anunció que las garantías de inmunidad habían llegado por vía diplomática.
«Puedo confirmar que Irak nos ha provisto de garantías aceptables en el asunto de la protección de este personal (militar) con el intercambio de notas diplomáticas», explicó Kirby en un comunicado.
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció la semana pasada que ayudaría al Gobierno del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, con el envío de hasta 300 asesores militares para ayudar al Ejército de ese país a frenar la ofensiva de los integristas radicales suníes del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).
El portavoz adjunto del Pentágono, el coronel Steve Warren, dijo esta mañana que aún trabajaban en las garantías legales de esos militares de las fuerzas especiales y que no se iba a mover a nadie hasta que ese compromiso quedase cerrado y por escrito.
Todos los militares estadounidenses no adscritos a la Embajada abandonaron Irak a finales de 2011 debido a que Estados Unidos no obtuvo un acuerdo que estableciera garantías de inmunidad para ellos.
Kirby dijo hoy que la protección legal acordada ahora «son adecuadas para la misión de evaluación y de asesoramiento a corto plazo que nuestras tropas realizarán en Irak».
Este compromiso permitirá destacar primero a una veintena de militares para que comiencen una primera evaluación de la cohesión de las Fuerzas Armadas iraquíes y sobre las necesidades más apremiantes para detener el avance de los yihadistas suníes del EIIL.
Esos primeros efectivos de las fuerzas especiales se elegirán entre personal militar que ya está en la Embajada estadounidense en Bagdad, mientras que el resto se desplazará desde las bases del Comando Central, mando de las Fuerzas Armadas estadounidenses en Oriente Medio.
El Pentágono confirmó el pasado viernes que buscaban un compromiso por escrito para evitar que los militares estadounidenses puedan, por ejemplo, ser procesados por la justicia iraquí si cometen algún delito.