Invertir en un purificador de aire, el último gran gesto de salud

Cuando empiezan a bajar las temperaturas, el instinto lleva a buscar refugio a cubierto. Y diciembre, aparentemente, tiene todos los ingredientes para ir enlazando temporal con temporal. También es el mes en el que el invierno se hará aún más patente con menos horas de sol, es momento de cuidarse dentro y fuera de casa, incluyendo lugar de trabajo o de estudios.

Sin embargo, la situación actual hace que precisamente el entrar en un espacio cerrado y pasar la vida social a ese entorno, puede ser un peligro añadido a la pandemia que vivimos.

“No paran de advertirnos los expertos que es necesario ventilar, renovar el aire y también seguir manteniendo todas las medidas de seguridad recomendadas, pero lo cierto es que cuando las temperaturas del termómetro no superan los 10º, es complicado reunirse en el salón de casa con dos amigos a pasar la tarde con la ventana abierta” explican algunos jóvenes.

Para ello, hay una alternativa: los purificadores de aire.

Estos dispositivos han llegado con fuerza desde primavera no solo para combatir virus y bacterias, ya que los filtros hepa que son capaces de filtrar hasta el 99.7% de las partículas nocivas del aire.

5 razones por las que invertir en un purificador de aire salvará el invierno

Para empezar, es necesario tener en cuenta que, gracias a un dispositivo de este tipo, se puede estar con mucha más seguridad en un espacio cerrado.

Entre los cinco motivos por los que se empieza a hacer imprescindible habría que destacar:

  1. La calidad del aire: un purificador de aire es capaz de hacer frente a virus y bacterias presentes en el aire y, más aún, cuando se habla en un espacio cerrado o se introducen prendas, bolsos, etc.
  2. Para las personas con problemas de alergia o asmáticas les permite poder disfrutar de un ambiente que palía al máximo su sintomatología cuando el aire deja de estar cargado de partículas, pólenes, etc.
  3. Su capacidad de filtración hace de estos dispositivos un aliado perfecto para poder proteger a los seres queridos más vulnerables en espacios compartidos.
  4. Ayudan con la limpieza porque también son capaces de quitar hasta el 99% de las partículas de polvo que no sean superiores a 3 micrómetros.
  5. Suponen un considerable ahorro energético porque, más allá de la ventilación habitual, no haría necesario seguir haciéndola de forma continuada mientras las viviendas, centros, oficinas o espacios cerrados pierden el calor generado por las calefacciones.

De hecho, tan importante se está tornando este tipo de purificadores que ya son muchas las Comunidades Autónomas y localidades que han apostado por incluir este tipo de aparatos en los centros escolares para garantizar la salubridad del alumnado sin la incomodidad de pasar frío en clase por necesitar mantener las ventanas abiertas.

Además, este tipo de dispositivos permite el que haya gente en la habitación mientras funcionan, es decir, que no son nocivos para el ser humano como en el caso de otro tipo de tratamientos que también se han estado barajando estos últimos meses” explican algunos expertos del sector.