París/Madrid, 3 dic (dpa) – El rendimiento educativo de España en matemáticas, lectura y ciencias se mantiene por debajo de la media de los 65 países contemplados en el Informe PISA, según muestran los resultados correspondientes a 2012 dados a conocer hoy por la organización.
El programa de evaluación internacional más conocido, que mide cada tres años los conocimientos y habilidades de los jóvenes de 15 años, vuelve a dejar a España por debajo de la media de los países de la OCDE -en el puesto 25 de 34- y con resultados inferiores a los de países como Italia, Portugal y Francia.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico señala que el rendimiento medio de los alumnos españoles «no mejora» ni en matemáticas, con una puntuación media de 484 puntos (frente a los 494 de la media de la OCDE), ni en lectura (488 frente a 496) y mejora «ligeramente» en ciencias, donde desde 2006 pasó de 488 a 496 puntos actuales (frente a los 501 de la OCDE).
El informe revela además que «la equidad en los resultados educativos ha empeorado» en el período desde 2003 a 2012. Así, las diferencias de rendimiento entre los alumnos más favorecidos y los menos favorecidos pasaron de 18 a 27 puntos entre 2003 y 2012, mientras que la media de la OCDE para el año pasado es de 19 puntos.
España también se sitúa por debajo de la media de la organización en cuanto al porcentaje de alumnos con un rendimiento excelente en matemáticas (8 por ciento frente al 13 por ciento de la OCDE), sin que se aprecien mejoras significativas desde 2003 (7,9 por ciento).
Sin embargo, el porcentaje de alumnos rezagados en esta materia (24 por ciento) sí es similar a la media de la organización (23 por ciento).
El informe señala además que el gasto de España en educación se ha incrementado en un 35 por ciento desde 2003 y en 2012 se situó en casi 60.000 euros por alumno de entre 6 y 15 años, un aumento similar al del resto de países.
Los datos del Informe PISA, que vuelve a estar liderado por los países asiáticos, llegan apenas unos días después de la aprobación definitiva de la reforma educativa del gobierno conservador de Mariano Rajoy, con una gran oposición entre estudiantes, padres y docentes.
El Ejecutivo defiende que esta nueva ley educativa, la séptima en España desde 1975, es necesaria para mejorar los resultados de los alumnos españoles y para luchar contra el fracaso escolar.
En el último año España ha vivido dos huelgas generales convocadas por la comunidad educativa, no solo contra la reforma del gobierno sino también contra los recortes en el área, cifrados por los sindicatos en más de 6.000 millones de euros en los últimos dos cursos.