Nueva York, 5 feb (dpa) – Los rebeldes sirios cuentan en sus filas con niños soldado, mientras que el gobierno en Damasco tortura a menores de edad en sus calabozos, según se desprende de un informe del Comité de Naciones Unidas para los Derechos de los Niños difundido hoy.
Los autores del informe, que acusan a las dos partes enfrentadas en la guerra civil siria de graves crímenes contra los niños, parten de la base de que entre las más de 100.000 víctimas mortales de los combates hay al menos 10.000 niños.
El empleo de niños soldado fue comprobado sólo entre los opositores, pero las tropas de gobierno son responsables de la muerte de muchos niños debido a su guerra sin contemplaciones, indica el informe de 18 páginas. Asimismo, menores de edad son torturados en las cárceles del régimen. Escuelas y hospitales han sido convertidos en calabozos que no cumplen «siquiera con los estándares mínimos», añade.
Los rebeldes entrenan a varones de 12 años en el uso de armas para hacerlos combatir o usarlos de centinelas. Otros niños son usados como contrabandistas o cocineros. A otros los hacen limpiar armas, transportar munición o enterrar muertos. También se emplean niñas para, por ejemplo, hacer llegar medicamentos a la frontera, «una tarea con un alto riesgo», concluye el informe.
Por otra parte, las tropas del gobierno al parecer tomaron civiles -entre ellos niños- como rehenes para pedir la rendición a los rebeldes. De lo contrario, amenazaron con matar a los menores.
También mujeres y niños fueron usados como escudos humanos durante las ofensivas del Ejército del gobierno. En Homs, los soldados sacaron a niños de la escuela y luego informaron con altavoces que los rebeldes no debían disparar porque el Ejército tenía a los menores en su poder.
El empleo «desproporcionado y sin escrúpulos» de armas pesadas llevó asimismo a la muerte de muchos niños. «Las tropas del gobierno también son responsables de la detención, el arresto arbitrario, el maltrato y tortura de niños», señala el informe. También hay casos de violencia sexual contra menores por parte de los soldados del gobierno. Otros han sido golpeados por representantes del régimen con cables, varas de metal y látigos.