Por Jochen Wieloch (dpa) – Desde los trabajos escritos para la universidad hasta las fotos de las últimas vacaciones de verano: las impresoras modernas trasladan casi todo con buena calidad al papel. Hasta ahora, sin embargo, los ficheros correspondientes tenían que llegar de alguna manera a la computadora en el cuarto de trabajo, por ejemplo por email o lápiz USB. Hoy ya existen muchas impresoras WLAN a las que cada miembro de la familia puede acceder desde su notebook o tableta.
«En el segmento para neófitos hay buenas impresoras o aparatos multifuncionales por menos de 100 hasta 250 euros (entre 70 y 180 dólares)», dice Holger Lehmann, redactor de las revistas alemanas «PC Magazin» y «PC GO». «La interfaz WLAN ya es estándar en casi todos los modelos actuales», explica Lehmann.
Básicamente hay varias variantes que permiten la impresión inalámbrica. Para la impresión directa WLAN, es necesario que la impresora y la computadora se encuentren dentro de la misma red inalámbrica. «Aquí, cualquier dispositivo de salida también necesita el software de control de la impresora», dice Lehmann. Después, los datos son transferidos directamente y sin cable a la impresora.
En el segundo escenario, el usuario tiene que registrar la impresora en un servidor de impresión externo en Internet. «Para poder imprimir, es necesario registrarse con el dispositivo de salida en el servidor de impresión correspondiente, a través del cual se pueden enviar los trabajos de impresión a la impresora», explica Lehmann. La ventaja de esta opción es que no hace falta instalar a tal efecto el software propio del fabricante, además de que los trabajos de impresión también se pueden enviar desde la distancia. La impresión por email, que ofrece HP, por ejemplo, tiene ventajas similares.
Finalmente, también existe la impresión directa desde smartphones y tabletas. Prácticamente cualquier fabricante de impresoras ofrece para sus aparatos las correspondientes apps. Al igual que en el caso de la impresión directa desde la computadora, también el smartphone o la tableta y la impresora tienen que estar registrados en el mismo WLAN.
Los usuarios de iPhone e iPad incluso pueden hacer las cosas aún más fáciles para ellos asegurándose de que la impresora que quieren comprar dé soporte al estándar AirPrint. «El soporte directo significa que el aparato puede imprimir desde el dispositivo iOS sin software adicional», explica Matthias Rößler, redactor de la revista «Chip». De no ser así, tampoco los smartphones y tabletas de Apple pueden imprimir sin una app del fabricante.
La integración de una impresora en una red WLAN ni siquiera es un problema para principiantes. «Esto se puede hacer por medio del software para la instalación de la impresora, que va incluido en el paquete», dice Holger Lehmann. Si la impresora cuenta con una pantalla, preferiblemente una pantalla táctil, muchas veces también ofrece un asistente de instalación. Este lleva al usuario directamente en la impresora paso por paso por el proceso de instalación. El usuario sólo necesita el nombre de la red y la contraseña.
Sin embargo, los usuarios deben tener cuidado durante la instalación, advierte Axel Denk, gerente de una empresa de informática alemana. Es importante, explica, que la impresora se registre en el WLAN de la casa y no al revés. «En principio también es posible que la computadora se integre en la red WLAN de la impresora», dice Denk. «Sin embargo, en ese caso no es posible navegar por Internet durante el proceso de impresión».