Ámsterdam, 17 nov (dpa) – Tras años en las sombras, los aficionados al fútbol de Holanda han desempolvado el orgullo y el entusiasmo por su selección. La Orange ha vuelto al mapa futbolístico. Y de qué manera.
La selección de Ronald Koeman tumbó el viernes a Francia, la actual campeona del mundo, por 2-0 y recuperó viejas esencias. «Como si hubiera bebido de un pozo lleno de confianza, la Holanda de Koeman está convirtiéndose en un equipo de clase mundial», escribió hoy el diario «De Volkskrant», que se pregunta: «¿Quién es de verdad el campeón del mundo?»
Holanda pasó por encima de Francia con un juego vertical que enorgulleció a Koeman. «Por su puesto que no me esperaba esto. lo que han mostrado estos jugadores esta noche es excepcionalmente bueno», dijo a la televisión holandesa el campeón de la Eurocopa de 1988.
Ese sigue siendo el único título que luce en las vitrinas de Holanda, una nación con una historia futbolística riquísima. Sin embargo, tras alcanzar la final del Mundial de 2010 y las semifinales de 2014, la selección holandesa se quedó fuera de la Eurocopa de 2016. Fue un palo durísimo que tuvo su continuación dos años después al no clasificarse para el Mundial de Rusia.
Cuando Koeman llegó a la selección en febrero, el fútbol holandés seguía sumido en la crisis. Antes de Rusia 2018, Holanda jugó un par de amistosos haciendo de «sparring» de las selecciones mundialistas. Y cuando arrancó el torneo, jugadores e hinchas tuvieron que seguirlo por televisión.
Pero Holanda recuperó el pulso con Koeman, al que muchos veían ya como el candidato ideal después de la Eurocopa 2016. Celebrado como el «Rey Koeman», el técnico apostó por la juventud y de momento todo le ha salido bien.
Jugadores como Matthijs de Ligt o Frenkie de Jong están en las agendas de los grandes clubes de Europa. Ya nadie habla de aquella generación dorada de Arjen Robben, Wesley Sneijder o Robin van Persie.
«Hay que disfrutar de esto», comentó en la televisión el ex jugador Rafael van der Vaart. «Esta selección holandesa jugó también que no parecía real».
Holanda ya demostró su enorme potencial en octubre al tumbar a Alemania por 3-0 en Ámsterdam. Ante Francia elevó todavía más el nivel. «Vuelta a la tierra», señaló hoy el diario francés «L’Équipe» sobre el once de Didier Deschamps: «La fiesta ha terminado».
En Holanda, al contrario, la fiesta no ha hecho más que comenzar. El lunes visitará a Alemania en Gelsenkirchen sabiendo que un empate o una victoria supondrá la clasificación a la «final four» de la Liga de Naciones. En caso de derrota, será Francia la que busque el título en 2019.
«¿Quién se habría imaginado algo así?», preguntó Koeman. «Cuando se sorteó el grupo y Holanda quedó encuadrada con Francia y Alemania, todos pensaron que no tendríamos niguna oportunidad».
Por Lars Reinefeld y Annette Birschel (dpa)