Lima, 10 oct (dpa) – La principal líder de la oposición en el Perú, Keiko Fujimori, fue detenida hoy en forma provisional por 10 días en el marco de una investigación por presunto lavado de activos en torno a sus campañas como candidata presidencial en 2011 y 2016.
Fujimori, líder del partido derechista radical Fuerza Popular (FP), que controla el Congreso, fue detenida por la Policía al llegar a una sede de la Fiscalía, donde iba a declarar sobre los presuntos aportes ilícitos a su campaña 2011, según su abogada Giuliana Loza, quien tildó la medida de «arbitraria y abusiva».
Tras la orden expedida por el juez Richard Concepción Carhuancho por pedido del fiscal José Domingo Pérez, la dirigente, de 43 años, fue trasladada a la Divisón de Investigación Criminal de la Policía, en el centro de Lima.
Las cámaras de televisión captaron a Fujimori durante el traslado. La hija del ex presidente Alberto Fujimori tenía las manos al frente y cubiertas, obvio señal de que iba esposada.
La acción se da en el peor momento para Fujimori: FP sufrió una aplastante derrota en las elecciones municipales del domingo, los sondeos señalan que pasó a ser la política más resistida del país, un nuevo «colaborador eficaz» de la Justicia la involucró en otro caso y el Gobierno le ha asestado continuos golpes políticos.
Además, hace una semana la Justicia le anuló el indulto al padre, el ex presidente Alberto Fujimori, ahora preso en una clínica, y ella, además del dolor por eso, soporta las acusaciones, incluso de seguidores, de que nunca hizo nada por su progenitor.
En el caso concreto de la detención, que podría prorrogarse tras los 10 días, la Fiscalía apunta a que FP financió la campaña con dinero ilegal, como el de la constructora brasileña Odebrecht -1,2 millones de dólares reconocidos por ex ejecutivos de esa empresa-, y montó una «asociación para delinquir» para «lavar» los fondos.
La orden de detención alcanza a otras 19 personas, entre ellas Jaime Yoshiyama- que está fuera del país- y Augusto Bedoya Cámere, directores de la campaña de 2011.
Fujimori sostiene que financió sus millonarias campañas de 2011 y 2016, en las que perdió por estrechos márgenes con Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, con cócteles de simpatizantes. Algo inverosímil para el fiscal Pérez, que duda de que se puedan reunir más de 700.000 dólares en una noche de esa forma.
Además, hay sospechas de que en las campañas hubo dinero del ex congresista y ex secretario general de FP Joaquín Ramírez, un multimillonario ex cobrador de ómnibus que está en la mira de la fuerza antidrogas de Estados Unidos, la DEA.
Aunque un tema no tiene que ver con el otro, al menos por ahora, la detención ocurrió un día después de que el empresario Antonio Camayo, miembro de la banda «Cuellos Blancos» que manipulaba fallos judiciales e investigaciones fiscales, fuera liberado tras firmar un acuerdo de «colaboración eficaz».
La existencia de la banda de Hinostroza fue descubierta con la aparición de audios en los que el entonces juez habla con varios interlocutores de arreglos. Entre las personas mencionadas en las charlas aparece mencionada una «Señora K», de «la fuerza número uno», de la que todos sospechaban que fuera Fujimori.
Keiko, administradora de empresas que entró en lo público a los 19 años, cuando fungió de primera dama tras la separación de sus padres, ha sido piedra angular en la política peruana de los ultimos lustros y los analistas consideran que ya desplazó al padre en el liderazgo real de ese sector ultraderechista.
Por Gonzalo Ruiz Tovar y Rosmery Cueva Sáenz (dpa)