Roma, 1 jun (dpa) – Giuseppe Conte es a primera vista exactamente lo contrario de lo que se espera de un jefe de un Gobierno populista: una sonrisa tímida ante las cámaras, reticente a hacer comentarios polémicos en público. La cuenta de Whatsapp de este jurista de 53 años, escriben los medios italianos, lleva la foto del presidente estadounidense John F. Kennedy y la cita: «Todo logro comienza con la decisión de intentarlo».
Conte, que juró hoy su cargo como primer ministro de Italia, es una cara desconocida en el escenario político y ni siquiera ocupa un escaño en el Parlamento. Nació el 8 de agosto de 1964 en el pueblo Volturara Appula, en la provincia de Foggia, en el sur del país.
Estudió abogacía en Roma y trabajó últimamente como profesor de derecho privado en la Universidad de Florencia. Tiene un hijo. Actualmente enseña derecho privado como profesor en la Universidad de Florencia.
Unos días después de que su nombre apareciera como candidato a primer ministro, los medios comenzaron a esmerilar su perfil impoluto de profesor universitario al acusarlo de haber maquillado su curriculum. Dijo haberse formado en Universidad de Nueva York y en Viena, aunque en la primera sólo utilizó la biblioteca para investigar y en la capital austríaca realizó un curso de idioma.
Que haya mantenido el silencio cuando hace unos diez días se comenzó a especular con que podría convertirse en primer ministro de la coalición entre el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga populista de derechas, sin ceder a la presión de los medios, fue evaluado como un exagerado perfil bajo por algunos medios.
«Difícil de imaginar, por lo menos por ahora, que ponga los pies sobre la mesa en las negociaciones sobre el déficit en Bruselas o que discuta con la señora Merkel (canciller de Alemania) sobre la unión bancaria», escribió en ese momento el diario económico «Il Sole 24».
Sus estudiantes dicen sobre su profesor que es buenísimo explicando, escribió el diario «La Stampa». Conte quiere ordenar la administración pública y es considerado un experto en el manejo de empresas sacudidas por la crisis. Si antes votaba, según dijo, por la izquierda, hace cuatro años entró en contacto con el Movimiento Cinco Estrellas, que protestaba contra el establishment.
Ha descrito el partido de Luigi Di Maio como un «laboratorio político fantástico e increíble» y ya era evaluado antes de la elección como ministro de Administración Pública y Eliminación de la Burocracia en el gabinete en las sombras del M5S.
Por Lena Klimkeit (dpa)
