Gary Kemp asegura que «a Spandau Ballet le queda mucho que ofrecer»

6724828wLondres, 11 oct (EFE).- La banda británica de los años 80 Spandau Ballet, renacida de sus cenizas en 2010 tras dos décadas de disputas entre su miembros, publica ahora tres nuevos temas y aspira a continuar trabajando unida, asegura su líder y guitarrista, Gary Kemp.

«En este momento nos sentimos encantados con nuestra propia creatividad. Hemos concebido tres nuevas canciones en muy poco tiempo y eso prueba que a Spandau Ballet le queda mucho por ofrecer», razonó Kemp durante una entrevista de Efe con los cinco miembros originales de la banda.

Los músicos, enfrentados durante años por los derechos de autor de éxitos como «True», «Gold» y «Through The Barricades», se presentan ahora como un grupo bien avenido de antiguos amigos, ilusionados con sus nuevos proyectos.

No ocultan las diferencias que mantuvieron en el pasado ni tratan de evitar el tema, como tampoco lo hace «Soulboys Of The Western World», un documental sobre la banda que podrá verse en el festival «In-Edit» de Barcelona, del 23 de octubre al 2 de noviembre, y que Kemp describe como una historia sobre los «vaivenes de la amistad».

«Si no hubiéramos roto el grupo no podríamos haber hecho una película tan interesante como esta», ironiza el cantante Tony Hadley, apoyado por el saxofonista Steve Norman: «En tu carrera no debes arrepentirte de nada, y menos de las decisiones que tomaste en su momento, porque aprendes de ellas», afirma.

En 1990, Hadley, Norman y el batería John Keeble abrieron una batalla legal contra Gary Kemp por los derechos de autor de las canciones del grupo en la que no se involucró Martin Kemp, bajista y hermano de Gary.

El órdago de los tres músicos en el juzgado, sin embargo, no tuvo éxito. Un juez británico admitió que Hadley cantaba las composiciones de Kemp «con un estilo propio y memorable», pero no introducía suficientes cambios como para poder considerarse su autor.

De Keeble, el magistrado dijo que su papel a la batería, a pesar de ser «excelente», no era un trabajo de composición, mientras que la «impresionante contribución» de Norman no incluía, para el juez, elementos de «creatividad» suficientes como para darles la razón en el proceso.

El próximo martes, más de dos décadas después de esa sentencia, los cinco Spandau Ballet lanzarán en España el disco «The Story», que recopila los grandes éxitos de una banda que arrasó en las listas mundiales durante los 80 y añade tres nuevos temas a su repertorio («This Is The Love», «Steal» y «Soul Boy»).

Durante sus mejores años, el grupo mantuvo temas en lo alto de las listas británicas durante 500 semanas y vendió más de 25 millones de álbumes en todo el mundo.

A pesar de que los cinco integrantes de la banda superan ya los 50 años, aseguran que cuando se encuentran sobre un escenario no necesitan ensayar para recuperar el sonido de hace varias décadas.

Sus nuevos temas llevan la marca inconfundible de Spandau Ballet, que en su momento lideró un movimiento juvenil, a caballo entre la moda y la música, bautizado como «New romantics» (Nuevos románticos).

«Incluso cuando no nos hemos visto durante años, parece haber una química única entre nosotros. Nos juntamos y sencillamente tocamos, sabemos hacerlo», describe Keeble.

«Yo tengo un estilo particular con la guitarra, Tony canta a su modo y la sección media sigue siendo la de Spandau», explica por su parte el líder del grupo, que subraya que no echa de menos los años en los que la banda copaba las listas de éxitos.

«No añoro nada. Si acaso, estoy orgulloso de nuestro pasado. Solo echo de menos no tener todo el resto de mi vida frente a mí», reflexiona el guitarrista.

Su hermano Martin está de acuerdo: «No sentimos que hayamos llegado ya a ninguna parte. Muchas bandas piensan que ya está todo hecho y solo lanzan discos con sus mejores canciones. Nosotros hemos creado algo, nos movemos hacia adelante», dice el bajista.

El músico subraya que planean estar «muy activos en los próximos años» y asegura que tienen «grandes memorias de España», uno los «países clave» en sus giras.

Por Guillermo Ximenis