García de Cortázar canta las «baladas de la nación» para defender España

5916226wMadrid, 6 feb (EFE).- El historiador Fernando García de Cortázar aboga en su última obra, «Momentos emocionantes de la Historia de España», por «cantar las baladas de la nación», y revertir el » vaciado de componentes emotivos» que ha sufrido el país en los últimos treinta años.

En una entrevista con Efe sobre sus «Momentos emocionantes de la Historia de España» (Espasa), Cortázar asegura que el libro es un recorrido por la historia de la nación española hecho «a través de la emoción», ante su convicción de que muchas veces el país ha sido visto solo «como una pura estructura jurídica carente de sentimiento».

Por ese motivo, en su última obra trata de provocar en el lector «el sentimiento de defensa de la idea de España», con la intención de «no dejar solo en manos de los nacionalismos» el patrimonio exclusivo de la gestión de las emociones.

«Los nacionalistas niegan a España no solo su existencia, sino también el nombre, al referirse siempre a ella con esa dejación política y cultural de Estado español», asegura el escritor, quien subraya que en las últimas tres décadas «pocos han cantado las baladas de la nación española», lo que ha llevado a los «graves problemas actuales respecto de la unidad española».

El historiador asegura que no tiene temor a que se le acuse de tendencioso, y esgrime que «lo que no se puede es quitar a España las emociones y dejar que se las apropien solo algunos».

Así, en ese recorrido tratando de asegurar «momentos claves, definitivos y emocionantes de la historia de España» por las páginas del libro pasan Adriano u Homero, la Roma española, Al-Ándalus, el periodo de la Reconquista, el protagonismo de la Corona de Aragón en la aventura mediterránea, el descubrimiento de América, la expulsión de los moriscos o el gran Siglo de Oro de la cultura.

«En un momento actual en que se plantea, por primera vez en la historia, la impugnación de España y se niega su existencia por parte de los nacionalismos», según García de Cortázar, es importante el análisis que se hace en el libro de la Guerra de Sucesión.

La obra recuerda «tristemente» las guerras carlistas, causantes -según su autor- de «la erosión de la idea de nación española», y acaba con la Guerra Civil, la dictadura de Franco y «el camino hacia la libertad» que supone la Transición.

«Nos han contado que España es una madrastra mala y nos lo hemos creído», según el escritor, quien se lamenta de que, como país hegemónico, se hayan suscitado «leyendas negras que se han incrustado en el corazón de muchos españoles» y que han llevado al momento actual, en el que -asegura- «la historia está siendo manipulada por el separatismo catalán y el vasco»

El autor también de «Pequeña historia del mundo» y «Pequeña historia de los exploradores», de la misma colección, asegura que en estos textos, dirigidos a adolescentes con ganas de conocer la historia, intenta enriquecer el «pobre léxico» de los jóvenes con un capítulo final, «El rincón de las palabras», a modo de glosario.

García de Cortázar se garantiza que las palabras que utiliza van a ser entendidas compartiendo sus textos, antes de ser publicados, con jóvenes de un colegio de jesuitas en el que verifica «el poder de captación» de su narración.

Para ello se vuelve a apoyar, como en los dos libros anteriores, en las ilustraciones del expublicitario y exhumorista gráfico Jvlivs, lo que hace a las palabras «imbatibles», según el escritor, quien considera que las imágenes «saben transmitir más fácilmente la emoción de los acontecimientos».

El historiador reconoce que le encantaría hacer una «Pequeña historia de la literatura española», y anima a los nacionalistas a leer su obra para constatar que «hay otras versiones de la historia distintas a la que ellos cuentan».

«Los no nacionalistas hemos cometido el error de dar por supuesta la idea de España y, en lugar de cultivarla y transmitirla como ellos, la hemos dado por hecha sin empeñarnos en su defensa», concluye.

Concha Carrón.