Milán (Italia), 9 jul (EFE).- El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, aseguró hoy que el fallo de la Audiencia Nacional que absuelve a los 19 acusados de un delito contra las instituciones del Estado por el asedio al Parlamento de Cataluña en 2011 «no es firme» y que hay que esperar a que se pronuncie el Tribunal Supremo.
«Estamos ante una resolución que no es firme, que va a ser revisada por el máximo órgano jurisdiccional de nuestro país, que es el Tribunal Supremo y creo que esas segundas instancias es lo que garantizan el funcionamiento de un Estado de Derecho», afirmó el ministro en una entrevista con Efe.
Ruiz-Gallardón realizó estas declaraciones minutos antes de que comenzara el consejo informal de ministros de Justicia de la Unión Europea, que se celebra este miércoles en Milán (norte de Italia).
La Audiencia Nacional absolvió el pasado 7 de julio, por dos votos a uno, a los 19 acusados porque, según la sentencia, los detenidos «ejercieron el derecho fundamental de manifestación, sin que pueda imputárseles acto alguno que pudiera significar un exceso o abuso».
Ya ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, mostró su «radical y absoluto desacuerdo» con esta sentencia.
Sin embargo, Gallardón rehusó hoy entrar en valoraciones porque dijo, «las resoluciones del poder judicial en un Estado de Derecho no le corresponden ser comentadas al poder ejecutivo».
No obstante, destacó el hecho de que el magistrado Fernando Grande-Marlaska, presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, haya manifestado un voto discrepante en relación con este fallo.
«Ha habido por parte del presidente, nada menos, de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional un voto particular», afirmó, antes de añadir que «la Fiscalía ha anunciado que va a recurrir ante el Tribunal Supremo».
El pasado 15 de junio de 2011, una concentración contra los recortes sociales convocada por el movimiento 15M ante el Parlament de Cataluña derivó en situaciones de asedio a diputados, entre ellos los presidentes de la Cámara, Núria de Gispert, y de la Generalitat, Artur Mas, que tuvo que ser conducido en helicóptero.
