París/Madrid, 23 jun (dpa) – Francia y España propondrán crear «centros cerrados en suelo europeo para el desembarco» de migrantes, mientras Italia siguió negándose hoy a dejar atracar en sus puertos a barcos con rescatados y casi 350 personas siguen varadas en el mar Mediterráneo.
La primera regla tras un rescate sería trasladarlos a un puerto seguro, dijo el mandatario francés, Emmanuel Macron, en una comparecencia en París junto al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. «Una vez desembarcados en suelo europeo somos favorables a poner en marcha centros cerrados conforme a Naciones Unidas y financiados con fondos europeos», añadió.
Macron pidió además «una solidaridad financiera inmediata, una instrucción rápida de cada caso, una solidaridad europea para que cada país acoja de forma organizada a aquellas personas con derecho de asilo y facilitar el regreso a su país de origen a quienes no tuvieran derecho de asilo».
Según el francés, se trata de «una solución diferente y complementaria» a una crisis que divide a Europa y que se abordará el domingo en una cumbre informal de 16 de los 28 países de la Unión Europea (UE). El tema también centrará la cumbre formal del bloque del próximo jueves y viernes en Bruselas
En otra propuesta conocida esta semana, el Consejo Europeo sugiere crear fuera de la UE «plataformas de desembarco» que alberguen a los migrantes rescatados en el mar. De esta forma, las personas que son rescatadas mientras intentan cruzar el mar Mediterráneo no llegarían a los países de la UE.
Macron se mostró hoy partidario también de sancionar económicamente a las naciones de la UE que no cooperen en la cuestión migratoria. «No se puede tener a países que se benefician masivamente de la solidaridad de la UE y que reivindican masivamente su egoísmo nacional cuando se trata de temas migratorios», dijo.
El presidente francés no citó a ningún país en concreto, pero en la discusión migratoria tienen una postura especialmente dura Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia, ninguno de los cuales participará en la cumbre informal del domingo.
Por su parte, el ministro de Defensa de Austria, Mario Kunasek, pidió que se desplieguen soldados en la frontera exterior de UE. El mandato de la Agencia de Protección de Fronteras de la UE, Frontex, debe modificarse de tal manera que «una misión de protección de fronteras de policías y soldados sea posible en el futuro», dijo el político del ultraderechista FPÖ al diario alemán «Welt am Sonntag».
Los soldados podrían desplegarse en los Balcanes, Italia y Grecia, por ejemplo, indicó. «Los soldados estarían bajo mando civil y podrían apoyar a la Policía con logística, reconocimiento y, si fuera necesario, el uso de armas», dijo Kunasek.
Además, también podrían «ayudar con la protección fronteriza en los países africanos, apoyar la expulsión de refugiados ilegales a sus países de origen, localizar y detener a bandas de tráfico de personas o vigilar campos de asilo en los que se tomen decisiones sobre la necesidad de protección de las personas», señaló.
La cuestión migratoria volvió al centro de la polémica hace dos semanas, cuando el nuevo Gobierno populista de Italia negó la entrada a sus puertos al barco «Aquarius», con más de 600 migrantes a bordo que habían sido rescatados en el mar y que finalmente fueron acogidos en España.
El ministro del Interior y viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, reiteró hoy que no permitirá la entrada de barcos de ONG u organizaciones privadas con migrantes.
«(Quiero) reiterar que estos barcos pueden olvidarse llegar a Italia: quiero cortar el negocio a los traficantes y mafiosos», escribió en su perfil de Facebook.
La advertencia llega mientras el barco «Lifeline» de la organización humanitaria alemana Mission Lifeline sigue sin poder desembarcar a 230 migrantes rescatados del mar en puertos italianos, como tampoco puede hacerlo otro barco de carga danés, el «Alexander Maersk», con 113.
«Es inaceptable que de nuevo se hagan declaraciones políticas a expensas de personas en peligro en el mar y en violación directa de las normativas aplicables», dijo Mission Lifeline en un comunicado.
Italia cerró sus puertos al «Lifeline» el jueves, después de acusarlo de haber ignorado las órdenes de la Guarda Costera de dejar el rescate de los migrantes a cargo de las autoridades de Libia, país sumido en un conflicto civil. El Gobierno italiano amenazó con la incautación del barco y el arresto de su tripulación si se dirige hacia Italia.
Desde entonces, la embarcación se encuentra en aguas de Malta, que también le niega la entrada, como ya hiciera con el «Aquarius». El primer ministro maltés, Joseph Muscat, urgió al barco a salir de sus aguas para «prevenir una escalada» de la situación.
El barco de carga «Alexander Maersk» recogió a los migrantes el viernes siguiendo instrucciones de la Guardia Costera italiana, dijo a dpa un portavoz de la embarcacción, Mikkel Linnet.
Salvini, líder de la ultraderechista Liga, de corte xenófobo, lleva mucho tiempo acusando a las ONG de beneficiarse de los rescates de migrantes y estar coordinadas con los traficantes de personas. Las acusaciones no están probadas y son firmemente rechazadas por las organizaciones.
En tanto, en las costas españolas fueron rescatados hoy 769 migrantes que trataban de llegar a España en 25 embarcaciones por diferentes zonas del sur del país, según confirmaron los servicios de rescate a dpa. Hace una semana fueron rescatadas otro millar de personas en el sur del país.
Por Alvise Armellini y Jorge Aldea (dpa)
