Madrid, 8 nov (EFE).- A sus 34 años, la vida de Fonsi Nieto transcurre a toda velocidad, aunque ya no se suba profesionalmente a una moto. Centrado en su faceta de DJ y con su «locura» por Lucas, su hijo de dos años, fruto de una anterior relación con la presentadora y modelo Alba Carrillo.
El expiloto, que reconoce ser «bastante cabra loca» y «desastre», admite que su hijo le «para» en muchas cosas y confiesa que le tiene «enamorado» y «loco» porque, entre otras cualidades, «nunca llora».
«Quiero transmitir a mi hijo como soy, la ilusión que le pongo a las cosas», explica a Luján Argüelles, en el programa «La hora de Luján» en EFERadio, donde el expiloto madrileño reflexiona y afirma que «quizá con él te haces un pelín más responsable y piensas cosas de otra manera».
Todavía recuerda el revuelo que desató el cumpleaños de su hijo por el que fue muy criticado en las redes sociales, lo que le lleva a ser tajante: «el cáncer más grande es el Twitter».
«Yo celebré el cumpleaños del niño cuando podía, el día que me tocaba a mí, y puse que era el cumpleaños. Se malinterpretó porque, en realidad, era dos días después». Y exclama: «¡Cómo no voy a saber el día que nació mi hijo que es lo más importante de mi vida!»
Aunque «a día de hoy la música ha desplazado a las motos», Fonsi Nieto, considera que le quedan «muchas cosas por hacer» porque sigue teniendo «ilusiones en la vida» y no descuida el campeonato del mundo de motociclismo donde sigue a Marc Márquez, Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa.
Se define como «perfeccionista» y «cabezón», además de afortunado porque «disfruta» con lo que hace, ya que las motos han sido su pasión «desde chiquitín» y ahora tiene la música.
«Lo tenía muy claro, que el día que dejara las motos me quería dedicar a esto». Y añade: «Muchas veces la gente puede pensar que lo he tenido fácil por ser el sobrino de Ángel Nieto. Pero soy muy trabajador», puntualiza.
El subcampeón del mundo de los 250 c.c. en el año 2002 afirma con rotundidad que la música ha desplazado a las motos «al cien por cien». El motivo, el grave accidente que sufrió en Indianápolis hace 2 años por el que «casi» pierde la vida. «Por una hora no me cortaron una pierna. Lo pasé muy mal y llegó el momento de dejarlo. A mi no me gusta hacer las cosas a medias tintas», concluyó.
