Raleigh/Miami, 14 sep (dpa) – El poderoso huracán «Florence», que entró hoy a Estados Unidos por la costa de Carolina del Norte y fue degradado a tormenta tropical, no dio tregua y mantuvo una intensa descarga de lluvias combinada con fuertes vientos que produjeron en su primer día en tierra la muerte de por lo menos tres personas.
«Todavía está abriéndose paso a través del estado», dijo el gobernador de la norteña Carolina, Roy Cooper, al referirse a «Florence», el ciclón que tocó la costa a la altura de la localidad de Wrightsville Beach a las 7:15 horas (11:15 GMT).
Inundaciones, masivos cortes de electricidad y árboles caídos es lo que han mostrado en imágenes medios locales durante todo el día. En algunos casos, viviendas de dos pisos han quedado cubiertas por el agua hasta la primera planta mientras árboles y escombros flotan.
Cooper confirmó la muerte de una mujer, un hombre y un bebé. «Esta pérdida de vidas es devastadora y quiero ser claro en afirmar que la tormenta es mortal y que estamos a días de un final», advirtió.
La madre y su bebé fallecieron luego de que un árbol cayera sobre su casa, donde una tercera persona quedó herida y fue trasladada a un hospital. El hombre murió cuando intentaba conectar un generador de energía.
El gobernador, quien previendo la magnitud del huracán solicitó el jueves a la Casa Blanca declarar al estado zona de desastre a fin de obtener rápidamente recursos extra, insistió en que el aumento del caudal de los ríos es el principal peligro para la población.
«No registrábamos niveles de lluvias de esta dimensión desde 1958. Es una situación de peligro extrema y seguirá siéndolo por días», reiteró.
Las autoridades calculan que los ríos Lumber y Cape Fear crecerán significativamente en algunas zonas al igual que lo harán el Neuse, Pamlico y Pungo, más cercanos a la costa de Carolina del Norte.
Una visita del presidente Donald Trump a la zona afectada se espera para la próxima semana, según indicó la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sara Sanders, en declaraciones recogidas por la cadena CNN.
Por su parte, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) con sede en Miami indicó que «Florence» disminuyó la velocidad de sus vientos de 150 a 110 kilómetros por hora y pasó de ser un huracán de categoría uno (de máximo cinco que mide la escala Saffir-Simpson) a una tormenta tropical.
Sin embargo, el Centro insistió en que las lluvias no cesarán y por el contrario se intensificarán debido a que «Florence» pareciera «estar gateando» sobre Carolina del Norte a una velocidad de translación de seis kilómetros por hora. «Se esperan inundaciones catastróficas», detalló el texto.
Antes de la llegada de «Florence» a la costa de Carolina del Norte, más de 100 personas que estaban atrapadas en la ciudad de New Bern fueron rescatadas, al igual que otras 60 en un hotel de Jacksonville.
Algunos habitantes de las zonas más afectadas se han unido con sus propios botes a las actividades de rescate de las autoridades debido a que varios miles siguen rodeados de agua.
Según el secretario del Departamento de Transporte de Carolina del Norte, Jim Trogdon, «33 carreteras primarias y 30 secundarias están cubiertas por agua y la mayoría de condados reporta caída de árboles y señales».
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) confirmó que más de 1.500 voluntarios fueron desplegados en el estado para ayudar a rescatar a quienes están atrapados en sus viviendas.
«Florence», el quinto y más intenso huracán de la temporada de este año que arrancó en junio, se moverá en los próximos días por Carolina del Sur, Virginia y una pequeña porción de Georgia.
Por Tatiana Rodríguez (dpa)