Pekín, 4 abr (dpa) – El conflicto comercial entre China y Estados Unidos escaló hoy con la imposición por parte de Washington de aranceles de un 25 por ciento a productos chinos por valor de 50.000 millones de dólares y la correspondiente respuesta de Pekín.
Los aranceles de Estados Unidos se dirigen sobre todo a la industria china de alta tecnología, entre otros la construcción de maquinaria, el sector de la comunicación e información o el aeroespacial.
El representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, argumentó que se debe a las infracciones chinas sobre los derechos de copyright y la obligatoriedad para las empresas estadounidenses en China de compartir su tecnología con compañías locales. Lighthizer publicó una lista con 1.300 productos, que se ajustará en los próximos dos meses y podría entrar en vigor en junio.
Pekín respondió con tasas de un 25 por ciento que afectan principalmente al Estados Unidos rural, que votó mayoritariamente al presidente Donald Trump. Se ven afectados sobre todo la soja, los automóviles, la carne vacuna y los productos de las industrias químicas y aeronáuticas estadounidenses.
Las tasas chinas se implementarán más adelante, dependiendo de cuándo haga efectivas Estados Unidos las suyas, informó el Gobierno chino. En total se trata de 106 productos estadounidenses en cuatro categorías por un valor también de 50.000 millones de dólares anuales, según el Ministerio de Comercio en Pekín. La soja es el principal producto que exporta Estados Unidos y en torno al 60 por ciento se vende a China.
Los nuevos aranceles aumentan la preocupación internacional por que el conflicto derive en una guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo. Algunos observadores temen que se genere una espiral de sanciones y represalias.
«Estados Unidos perdió de nuevo la mejor oportunidad de resolver adecuadamente los problemas a través del diálogo y las consultas», advirtió el portavoz de Exteriores chino Geng Shuang. «Podemos responder a cualquier proteccionismo comercial de Estados Unidos», afirmó el Ministerio de Comercio chino. El comportamiento estadounidense está violando los principios de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y China recurrirá a los tribunales arbitrales de este organismo, añadió.
Pekín considera que los aranceles impuestos por Whasington son infundados. «Es típico de una política unilateral y del proteccionismo comercial», apuntó el Ministerio. La nueva lista contradice tanto los intereses de Estados Unidos como los de China, señaló también. «No hay ganadores en una guerra comercial», dijo el portavoz de Exteriores Geng. «Presionar o intimidar a China (…) no funcionó en el pasado y tampoco lo hará ahora», agregó.
«No estamos en una guerra comercial con China», aseguró por su parte hoy Trump. «Esa guerra la perdieron hace muchos años los estúpidos o incompetentes que representaron a Estados Unidos», tuiteó.
«Ahora tenemos un déficit de 500.000 millones de dólares al año, con robo de propiedad intelectual por otros 300.000 millones. ¡No podemos permitir que esto continúe!», añadió.
Frente a las críticas de Estados Unidos sobre la supuesta apropiación o robo de tecnología norteamericana, China defendió su política industrial de objetivos «claros y transparentes». «Es comprensible que China quiera fortalecer sus capacidades de producción», dijo Geng. Estados Unidos, que es líder en ciencia y tecnología , «debería tener más confianza en sí mismo», añadió.
Los nuevos aranceles de Estados Unidos llegan después de los impuestos a las importaciones chinas de acero y aluminio en marzo. China reaccionó este lunes a esa medida con impuestos sobre importaciones estaounidenses por valor de 3.000 millones de dólares.
Representantes de la economía estadouniense y empresas norteamericanas que operan en China advirtieron de que la introducción de aranceles es un camino equivocado y daña a los consumidores estadounidenses.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, aseguró que no es amigo de los aranceles y advirtió que Estados Unidos se mueve por una «pendiente resbaladiza». «Me pone nervioso entrar en una guerra comercial y espero que no se vaya demasiado lejos», dijo el político, del mismo partido que Trump.