España se abona al GPS para entrenar y desborda el «compromiso» para ir a Río’16

7561937wMadrid, 26 nov (EFE).- La selección española de hockey, que cierra este miércoles en Madrid una concentración de tres días, prepara llena de «compromiso y motivación» el preolímpico de Valencia, con técnicas nuevas como el uso del GPS para controlar los entrenamientos de las jugadoras que están fuera de España.

En una visita a la Agencia EFE, el seleccionador Adrian Lock y la capitana Rocío Ybarra coincidieron en que la no clasificación para Londres 2012 fue «un punto de inflexión» para las internacionales, que han planteado al técnico hacer concentraciones extras para poder trabajar más tiempo en grupo con los Juegos de Río como objetivo.

«Yo estoy en Holanda y tengo que entrenar sola con un GPS. Las de Madrid tienen la suerte de ser un grupito grande y pueden hacer el trabajo físico juntas, las de Barcelona lo mismo, pero las que estamos desperdigadas por Bélgica y Holanda como yo tenemos que hacerlo de forma individual, nos mandan un plan y tenemos que cumplirlo», dijo Rocío Ybarra.

Lock, que dirige a la selección desde enero de 2013 después de entrenar a la sub’21, cree que tras los Juegos de Pekín 2008 la mayoría de las selecciones cambiaron su forma de entrenar para profesionalizarla y España se quedó atrás, por lo que tiene «que buscar soluciones para acercarse lo más posible a lo profesional».

«Si no estamos juntos no hay excusa para no trabajar individualmente. No tenemos ese control, pero buscamos la forma de llegar a él y con el GPS es la forma de ver que la gente está corriendo. Antes no podías saber quién corría y quién no, lo cual creaba un problema dentro del grupo, pero ahora todo el mundo quiere más y trabaja porque nadie quiere fallar al resto», explicó.

En su opinión, que el Preolímpico se dispute en Valencia «es súper importante» y va a suponer «un salto de calidad» para jugar antes contra los equipos de arriba que van a participar en el mismo y que «quieren venir a probar el campo» como Argentina, Alemania y Estados Unidos, además de China, Gran Bretaña y Sudáfrica.

«Nos dará ese empujón y nos permitirá ver donde estamos. Es el punto extra que no tendríamos si no jugáramos en casa. El año pasado fue duro porque comprobamos que estábamos muy lejos del resto, que físicamente no podíamos competir en un torneo de seis partidos así que nos reunimos y preguntamos a las chicas ¿qué queréis?, porque si queremos acercarnos lo que tenemos que hacer es muchísimo», añadió.

Lock, que ve factible estar en Río si su equipo queda entre los cinco primeros del preolímpico para no tener que jugarse la plaza después en el Europeo que «es más complicado», admitió que cuando España se quedó fuera de los Juegos de Londres fue «el peor día» de su vida» y aún le «cuesta hablar de ello».

«Fue una mala experiencia, pero con la gran mayoría de las chicas he trabajado en categorías inferiores y han logrado cosas positivas. Ahora el compromiso por el equipo está por delante de todo. Nadie piensa en si misma, no tenemos estrellas que solas van a ganar un partido, pero sí talento y calidad y se puede superar lo más difícil», afirmó.

Rocío Ybarra, que juega en el HDM holandés, comparte la opinión de su técnico, al que define de forma positiva como «un friki estudioso del hockey», y cree que la fuerza de las «RedSticks» es su «implicación» y su cambio de mentalidad.

«Igual los seleccionadores anteriores no tenían este ‘feeling’ con la gente. Él no nos va a decir directamente os vais a clasificar, pero nos dice las opciones que tenemos y las que no tenemos. En otra época había jugadoras con mucho talento y ahora el talento está, pero el compromiso que tiene la selección no tiene punto de comparación», indicó.

Olímpica en Atenas 2004 y Pekín 2008, la capitana española cree que no clasificarse para Londres fue «lo peor», pero también «lo mejor», porque la permitió «hacer autocrítica y preguntarse si se realmente se había hecho todo lo posible por estar allí y tener un cambio de mentalidad».

«Podemos clasificarnos o no, pero no me quiero ir a casa otra vez pensando que no he sido profesional y si no me clasifico mis lágrimas no serán las mismas que fueron para Londres. Llevamos año y pico trabajando para esta clasificación y la idea de entrenar más ha salido de las propias jugadoras. Al acabar la liga hemos hablado de poner nosotras parte de nuestro dinero para poder juntarnos o hacerlo en sitios donde sea más barato, sin involucrar a nadie más», concluyó.