Madrid, 22 mar (dpa) – Adolfo Suárez «se está apagando lentamente», confirmó hoy su médico, y ante la muerte inminente del primer jefe del gobierno de la democracia de España, las instituciones del país iniciaron ya los preparativos para despedirlo.
«Se está apagando lentamente», resumió el doctor Pedro Guillén tras visitarlo en su habitación del hospital de Madrid en el que su familia comunicó la víspera un desenlace inminente por el agravamiento del Alzheimer que le fue diagnosticado hace más de diez años.
«Esta es la pura realidad», manifestó Guillén, emocionado. «Está bien dentro de lo mal que está».
Uno de los hijos del ex jefe de gobierno anunció el viernes la muerte inminente de Suárez, de 81 años. «No supera las 48 horas, aunque está en manos de dios», dijo Adolfo Suárez Illana.
Su fallecimiento, sin embargo, podría llegar más tarde. Fuentes de los servicios médicos que lo atienden así lo dijeron a medios españoles y el viernes por la tarde apuntaron que no había habido novedades importantes en su estado en las últimas horas.
El doctor Guillén manifestó hoy que respira solo y que en ningún momento estuvo intubado.
Entretanto, el Congreso de los Diputados comenzó a organizarse para acoger la capilla ardiente del artífice de la transición democrática si así lo pide su familia, como es previsible, una vez fallezca.
Allí tuvo hoy lugar una reunión de protocolo para esbozar los primeros detalles de una despedida con honores de Estado.
Suárez es una de las figuras más importantes de la historia del siglo XX español. Procedente del régimen de Francisco Franco, fue elegido por el rey Juan Carlos en 1976 para liderar la transición democrática una vez muerto el dictador. Un año después, los españoles lo confirmaron en la jefatura del gobierno en las primeras elecciones democráticas celebradas en el país.
Decretado el luto nacional y con la bandera a media asta en todos los edificios institucionales, la cámara baja del Parlamento español será escenario de una recepción de Estado al féretro del político. En sus inmediaciones habrá una salva de honor y un desfile militar.
Una ceremonia en la que junto al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, estará muy probablemente el rey Juan Carlos, por la amistad y los lazos históricos que lo unen a Suárez.
En el Congreso de los Diputados, en el centro de Madrid, se darán cita los representantes de las altas instituciones del país, entre ellos los presidentes de las dos cámaras parlamentarias y los de los altos tribunales.
La capilla ardiente se abrirá probablemente al público para que los españoles puedan despedirse del primer presidente de su democracia. Días después tendrá lugar un funeral de Estado en la madrileña catedral de la Almudena.
Por Sara Barderas
