Bruselas, 18 mar (dpa) – La selección española de rugby sufrió hoy una dura derrota ante Bélgica que le podría costar el billete al Mundial de Japón 2019 y que dejó una imagen final impropia de un deporte como el rugby.
España tenía que ganar en Bruselas para asegurarse la clasificación directa, pero perdió 18-10 ante una Bélgica que no se jugaba nada y algunos de los jugadores de XV del León perdieron los papeles tras el pitido final.
La discutible actuación del árbitro rumano enfadó muchísimo a los españoles, que se sintieron perjudicados por sus decisiones durante todo el encuentro. Nada más acabar el partido, varios jugadores se abalanzaron sobre el colegiado y empezaron a gritarle y a increparle. Después le persiguieron por el campo hasta el vestuario.
«Ha sido injusto, pero después lo veremos con tranquilidad. Hay que seguir peleando, hay que seguir adelante», señaló a medios españoles el jugador Fernando López.
La designación de un árbitro rumano para el encuentro fue criticada en muchos medios españoles, ya que el destino de Rumania dependía del de España. Con el resultado de hoy, Rumania se clasificó al Mundial.
España llegaba a Bruselas como gran favorita tras ganar en las últimas semanas a Rusia, Rumania y Alemania. Después de superar a Rumania, dependía de sí misma para volver a un Mundial: tenía que ganar a Alemania y a Bélgica, dos rivales a priori bastante inferiores.
El partido ante Alemania acabó con un 84-10, por lo que la visita a Bruselas parecía un trámite. Sin embargo, España no se encontró cómoda en ningún momento y acabó sucumbiendo.
Sólo reaccionó en los diez minutos finales, cuando se vio 15-0 en el marcador tras cinco golpes convertidos por Vincent Hart. Un ensayo de Gautier Gibouin en el 71 (transformado por Mathie Peluchon) y un golpe de castigo de Peluchon dieron vida a los «leones», pero una anotación de Bélgica justo al final echó por tierra el sueño español.
Tras tener el billete casi en el bolsillo, España deberá ganar una repesca a Portugal y después tumbar a Samoa, una selección que únicamente se perdió un Mundial, el de 1987.