Madrid/Melilla, 22 oct (dpa) – El Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy pretende legalizar la devolución inmediata a Marruecos de los subsaharianos que logran entrar ilegalmente en territorio español saltando las vallas fronterizas que separan al país africano de los enclaves españoles de Ceuta y Melilla.
La pretensión de la formación conservadora se conoció el mismo día en el que más de 200 inmigrantes intentaron entrar en España saltando la valla de Melilla, el segundo intento masivo en 48 horas y el octavo en lo que va de mes.
El PP presentó hoy una enmienda con una disposición adicional a la ley de seguridad ciudadana que tramita el Parlamento español para aprobar lo que popularmente se conoce como «devoluciones en caliente», una práctica que no es legal con la normativa vigente pero que las ONGs llevan tiempo denunciando que se produce.
La medida saldrá adelante gracias a la mayoría absoluta con la que el PP cuenta en el Parlamento y podría estar en vigor a principios de 2015.
Según la ley actual, una vez un inmigrante entra en territorio español tiene derecho a asistencia letrada. Las autoridades deben comprobar si está siendo perseguido políticamente, así como si es mayor de edad. La ley de extranjería prohíbe «devoluciones en caliente», que son las que realizan nada más entrar el inmigrante en territorio español y sin cumplir las obligaciones.
«Es rechazo en frontera y no devolución en caliente», defendió hoy el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, la iniciativa parlamentaria de su partido. En el caso de Ceuta y Melilla, el gobierno de Rajoy interpretó en los últimos años que pasar la alambrada no supone entrar en territorio de España.
«No es fácil compatibilizar el principio humanitario y al tiempo cumplir la ley que dice que para entrar en España hay que hacerlo legalmente», dijo Fernández Díaz. Existen «zonas de confusión» y de «inseguridad jurídica», señaló su compañero de Justicia, Rafael Catalá.
Para el Partido Socialista (PSOE), el principal de la oposición, la solución a la fuerte presión migratoria en el norte de África no pasa por «sacar por la puerta de atrás» a los inmigrantes que salten la valla.
De los más de 200 que lo intentaron hoy en Melilla lo consiguió una veintena, según la Delegación del Gobierno en la ciudad autonóma española. Decenas permanecieron durante horas encaramados al vallado.