Eslovaquia asume la presidencia de turno de la UE

europaEslovaquia ha asumido desde este viernes la presidencia de turno de la Unión Europea, que ostentará hasta que finalice el año, seis meses en los que el país tendrá que abordar dos de los retos más importantes del bloque comunitario en los últimos años: la salida del Reino Unido de la UE y la crisis de refugiados.

«Eslovaquia es un país pequeño y estas son importantes cuestiones, pero estamos convencidos de que estamos preparados y que la presidencia será un éxito», ha afirmado el primer ministro eslovaco, Robert Fico, en rueda de prensa, en la que ha admitido que tanto el ‘Brexit’ como la crisis migratoria «influenciarán considerablemente» la presidencia de de turno de la UE.

En la misma comparecencia, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha subrayado que se trata de «un momento importante» en la historia de Eslovaquia, puesto que es la primera vez que asume la presidencia de turno de la UE en sus doce años como Estado miembro.

Precisamente, Bratislava es uno de los socios más incómodos del bloque en materia migratoria, principalmente por sus críticas a la comunidad musulmana y su negación a conceder asilo personas de esta confesión.

Eslovaquia llegó a anunciar que llevaría ante los tribunales la decisión de la UE para reubicar refugiados ente los socios comunitarios y su familia política, el Partido Socialista Europeo, se planteó incluso expulsar al partido de Fico de la organización.

SERÁ UN «AGENTE HONESTO» EN EL DEBATE MIGRATORIO

En este sentido, Fico ha garantizado que Eslovaquia será un «agente honesto» en materia migratoria, a la vez que ha defendido una mayor flexibilidad para los Estados miembros a la hora de enfrentarse a la crisis de refugiados.

Preguntado por las divergencias entre Bruselas y Bratislava, Juncker ha destacado que no cree que la intención de Eslovaquia sea «entrar en guerra» con la Comisión Europea, y ha recalcado que las diferencias existen únicamente en «algunas cuestiones» pero no «en todos los temas».

En esta línea, Fico ha asegurado que el deber de la presidencia será impulsar las medias en la que hay acuerdo entre los Estados miembros y las instituciones comunitarias, como por ejemplo la puesta en marcha del cuerpo europeo de fronteras o la agenda para volver a la normalidad en las reglas del espacio Schengen.

Asimismo, Fico ha defendido que Bratislava intentará «no exacerbar» las diferencias de opinión entre los Estados miembros, y que por el contrario, intentará crear espacios para la discusión y el debate.

NEGOCIACIONES CON REINO UNIDO

Otra de las cuestiones más importantes durante los seis meses que durará la presidencia eslovaca será la relación con Reino Unido tras la victoria del ‘Brexit’ en el referéndum que se celebró el pasado viernes. Tanto Juncker como Fico han reiterado en la rueda de prensa que la UE no comenzará las negociaciones sobre los términos del «divorcio» hasta que Londres no notifique los resultados de la consulta y active el artículo 50 de los tratados.

Por ello, el presidente del Ejecutivo comunitario ha instado a las autoridades británicas a aclarar sus intenciones, al mismo tiempo que ha señalado que no se puede «añadir incertidumbre a la incertidumbre».

Asimismo, Fico ha destacado que los líderes europeos confirmaron «claramente» los principios que la UE debe seguir en el Consejo europeo que tuvo lugar el martes y el miércoles de esta semana. «Sabemos lo que queremos, cómo proceder, y estos principios están muy claramente confirmados en el Consejo europeo», ha señalado.

EL FUTURO DE LA UNIÓN EUROPEA

Por otro lado, el primer ministro eslovaco ha apuntado que la cumbre informal que tendrá lugar en Bratislava, a la que no estará invitado el Reino Unido, será un encuentro «muy significativo», donde se debatirá «abiertamente» sobre del proyecto europeo.

Con respecto a su preparación, Fico ha defendido que es necesario que las instituciones cooperen para organizarla. «El 16 de septiembre no podemos tener una discusión improvisada, sin haber hecho preparaciones formales sobre cuestiones específicas», ha expresado, antes de asegurar que la presidencia y Bruselas prepararán «intensivamente» la cumbre durante los próximos dos meses.

En cualquier caso, el primer ministro de Eslovaquia ha reconocido que hay «enormes expectaciones» ante este encuentro, aunque ha destacado que su país no es favorable a dar «pasos radicales», al mismo tiempo que ha abogado por no continuar «como si nada hubiera pasado».