(dpa) – ¿Es posible preparar un queso cremoso sin leche? ¡Sí! ¡Y hasta puede tener sabor! En las estanterías de quesos veganos no siempre se encuentran productos que satisfagan. Muchos veganos echan de menos los aromas y las texturas de los quesos tradicionales y se van de la tienda con las manos vacías, más aún al observar la lista de ingredientes, que parecen todos procesados. ¡Pero existen alternativas!
¿Qué mejor que preparar un queso untable en casa? Khoi Truong, quien trabaja en un restaurant pop-up de Berlín llamado «Good n’ Vegan», explica paso por paso cómo prepararlo.
«El ingrediente principal es el tiempo», dice quien concibió esta receta en el restaurante vegano, que no utiliza ningún potenciador de sabores, sino únicamente ingredientes naturales: almendras, agua, sal, limón y bacterias para fermentar. A eso se le suma una buena batidora y un paño especial para filtrar el preparado.
«Contando con estos elementos, comienzo un proceso basado en la producción de queso clásica», dice Khoi Truong, que de todos modos prefiere evitar las comparaciones con los quesos tradicionales. «No tengo la intención de imitar ningún sabor, quiero encontrar un sabor propio», dice fijándose un objetivo.
¿Ganas de probar? A continuación, la receta de Khoi Truong para preparar un queso fresco en once pasos y durante cinco días en casa.
Ingredientes:
100 gr. de almendras peladas, 500 ml de agua, zumo de 1 limón, 1 cucharadita de sal, 2 cucharadas de jugo de chucrut (sin pasteurizar) y un poco más de sal para condimentar.
Preparación:
Día 1: Ablandar las almendras en una buena cantidad de agua fría.
Día 2: Pasar las almendras por un colador y lavarlas a fondo con agua caliente.
Colocar las almendras blandas en una licuadora y triturarlas con los 500 ml de agua fresca y la sal.
Colocar la mezcla de almendras en el paño y presionarla para colarla. «El paño debería ser hervido antes de utilizarlo por primera vez», recomienda Truong. También puede utilizarse un repasador de cocina, pero no debería tener colores y sería importante que haya sido lavado varias veces previamente.
A continuación se prosigue la elaboración con la leche de almendras, no con la masa que queda dentro del paño. Colocar esa leche en una olla a fuego medio.
Posteriormente, dejar reposar la leche durante 5 minutos. Añadir el zumo de limón, revolver. «Eso hará que las proteínas formen grumos como si fuese un requesón», dice Khoi Truong.
Dejar que esa mezcla se enfríe a temperatura ambiente.
Pasar la mezcla fría por un paño de muselina y dejar que gotee durante la noche. Al día siguiente, debería haberse formado un requesón de almendars.
Día 3: Retirar con cuidado el requesón del paño y colocarlo en un recipiente que se pueda cerrar. Añadir el zumo de chucrut y tal vez algo más de sal, luego revolver. «Es fundamental que el zumo de chucrut no esté pasteurizado, porque si no faltarían las bacterias vivas», explica Truong, y recomienda elegir marcas orgánicas, «ya que en los supermercados solo suelen vender las versiones pasteurizadas».
Dejar fermentar la mezcla durante 8 horas, cubierta y a temperatura ambiente, y colocarla luego en la nevera.
Por lo general, la mezcla está lista después de estar dos días en la nevera. Debería ser cremosa y tener un sabor delicadamente amargo.
Otros consejos del experto:
«El queso fresco debería ser consumido en un lapso de tres días, y los utensilios de cocina deben estar absolutamente limpios», recomienda el jefe de desarrollo y producción de quesos. Eso vale especialmente para los paños a utilizar, «porque solo queremos que queden las bacterias buenas», dice Truong.
El especialista propone «añadir cebolla de verdeo fresca al queso y deleitarse saboreándolo en verano con un exquisito pan. Pueden sumarse tomates cherry asados y aceite de oliva». Otra opción es formar medallones de queso y pasarlos por una mezcla de almendras y nueces picadas con pimienta molida.
Este queso fresco puro también es ideal para preparar un No-Bake-Cheesecake. «Solo es preciso añadirle chocolate», sugiere Truong, que asegura que no es nada complicado. «Puede prepararse cortando chocolate cobertura vegano en trocitos, se derriten primero a baño María o en el microondas, se deja enfriar, y luego se añade al queso fresco. Eso le dará una buena consistencia para cortar».
Por Claudia Wittke-Gaida (dpa)