Erdogan, reelegido como jefe del AKP, dice que no capitulará

Estambul, 18 ago (dpa) – El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, fue reelegido hoy por unanimidad como jefe del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), informó la agencia estatal de noticias Anadolu, y se mostró combativo en medio de la crisis que atraviesa su país.

De esta manera, durante una convención en Ankara, Erdogan consolidó su poder dentro y fuera del partido. Turquía no se dejará intimidar por las sanciones estadounidenses ni tampoco por la mala calificación para sus bonos, advirtió Erdogan en su discurso.

«Algunas personas nos amenazan a través de la economía, a través de sanciones, divisas, tasas de interés e inflación», señaló el mandatario. «Les decimos: hemos reconocido sus jueguitos y los desafiamos».

No se capitulará ante aquellos que aseguran ser «un socio estratégico», pero que quieren convertir a Turquía en un «objetivo estratégico», añadió.

Las tres grandes agencias de calificación crediticia cuestionaron el viernes la estabilidad de los bonos turcos y tanto Moody’s como Standard & Poor’s rebajaron el rating de la deuda turca a largo plazo.

La estadounidense Fitch no tomó una decisión al respecto, pero comunicó que se contemplan como insuficientes las medidas tomadas por Turquía para afrontar la crisis.

Moody’s disminuyó su calificación para la deuda a largo plazo de Ba2 a Ba3 con una perspectiva «negativa», mientras que Standard & Poor’s rebajó la nota de BB- a B+, profundizando también su grado de «bono basura» y dejando la perspectiva en «estable».

Por otra parte, en total 29 de los altos 50 funcionarios de la agrupación fueron reemplazados, de cara a las elecciones locales previstas para marzo.

Mientras tanto, Erdogan también anunció su intención de seguir adelante con multimillonarios proyectos de construcción e infraestructura, incluyendo iniciativas para un canal a lo largo del Bósforo y un nuevo aeropuerto metropolitano para Estambul.

Erdogan prometió además ampliar las operaciones transfronterizas del Ejército turco en Irak y Siria.

«Seguiremos con las operaciones transfronterizas expandiéndolas (…) Estamos decididos a toda costa a terminar con las amenazas contra nuestro país desde sus fuentes, especialmente desde Siria e Irak», dijo Erdogan durante la convención.

Este anuncio podría agravar aun más la actual crisis de Turquía con Estados Unidos.

En el norte de Siria las tropas estadounidenses apoyan a milicias kurdas que combaten con éxito contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI). Esas milicias controlan cientos de kilómetros a lo largo de la frontera con Turquía.

Ankara cree que esas unidades kurdas, lideradas por la milicia YPG, son una filial siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea. Turquía ya marchó en dos ocasiones junto a rebeldes pro-turcos en el noroeste de Siria y recuperó territorio en manos de los kurdos, como por en Afrin.

Turquía también está en conflicto con los kurdos de Irak y soldados turcos han entrado en zonas del norte iraquí en las que se refugia el PKK. En septiembre pasado los kurdos del norte iraquí votaron mayoritariamente a favor de la independencia de Irak en un referéndum unilateral. Tanto Ankara como Bagdad rechazan un Estado kurdo independiente.

Mientras tanto, la lira lleva ocho meses perdiendo valor y hace unos días cayó a niveles récord, después de que Estados Unidos estableciera un aumento de aranceles al acero importado de Turquía en el marco de la disputa por un pastor estadounidense detenido en ese país, Andrew Brunson.

Brunson, en el centro de la actual disputa diplomática y comercial entre Washington y Ankara, está bajo arresto domiciliario y acusado de terrorismo y espionaje.

Fue detenido en octubre de 2016, tras el intento de golpe de Estado que tuvo lugar en Turquía en julio de ese año, y enviado a prisión provisional tres meses después. La fiscalía turca pide 35 años de cárcel para él.

A Brunson se lo acusa de estar vinculado con el movimiento del clérigo Fethullah Gülen, considerado instigador de la intentona golpista.

En tanto, la moneda turca ha recuperado algo de su valor tras las medidas adoptadas el lunes por el banco central para aumentar la liquidez y la oferta de Qatar de invertir 15.000 millones de dólares en el país.