Bruselas, 22 may (EFE).- El primer ministro de Bélgica, el socialista Elio Di Rupo, es el favorito para ocupar de nuevo ese puesto tras las elecciones legislativas del 25 de mayo, según un barómetro publicado hoy por la radiotelevisión RTL, el diario Le Soir e Ipsos.
Di Rupo obtiene el apoyo del 51 % de los ciudadanos de la región de Bruselas, así como del 55 % de los habitantes de Valonia y del 18 % de los flamencos.
A continuación le sigue la ministra belga de Interior, la liberal Maggie De Block (Open VLD), muy popular en el país por su dura política en materia de asilo e inmigración.
De Block obtiene un respaldo del 21 % en Bruselas, del 23 % en Valonia y del 25 % en Flandes.
El tercero en la lista de políticos con más apoyo para convertirse en primer ministro es el líder separatista flamenco Bart de Wever (N-VA), con un respaldo del 6 % de ciudadanos en Bruselas, del 4 % en Valonia y del 31 % entre los flamencos.
Precisamente esta semana De Wever, alcalde de Amberes, ha revelado que no excluye la opción de ocupar el cargo de primer ministro tras las elecciones legislativas, resolviendo así una de las grandes incógnitas que planeaban sobre la campaña electoral.
A continuación, los belgas elegirían como primer ministro, según el barómetro, al cristianodemócrata Kris Peeters (CD&V), actual presidente de la región belga de Flandes, por el que optaría el 5 % de los bruselenses, el 4 % de los valones y el 24 % de los flamencos.
El último de la lista es el actual ministro de Exteriores belga, el liberal Didier Reynders (MR), con un 17 % de apoyo en Bruselas, un 14 % en Valonia y un 2 % en Flandes.
El sondeo, realizado entre el 12 y el 18 de mayo, se basa en las respuestas de 2.663 personas (1.028 en Valonia, 1.004 en Flandes y 631 en los distritos comunales de Bruselas).
Bélgica celebra el próximo 25 de mayo elecciones federales y regionales, al igual que al Parlamento Europeo, como en el resto de los países de la Unión Europea.
Tras las anteriores elecciones, en 2010, se produjo en Bélgica el peor bloqueo político de la historia del país por la incapacidad de unos y otros para formar gobierno y tras un año y medio de negociaciones, Elio Di Rupo se convirtió en primer ministro de un Ejecutivo de coalición sin la presencia de los separatistas del N-VA.