Berlín, 8 dic (dpa) – La tradición de beber vino caliente en las semanas de Adviento antes de Navidad en Alemania generó una fuerte discusión, de la que participan incluso los políticos, debido a que en los puestos de venta se aglutinan decenas de personas en momentos en que las infecciones por coronavirus crecen a ritmo sostenido.
Si bien las aglomeraciones de personas deben ser evitadas en esta Navidad debido al coronavirus, muchos bares y restaurantes aprovechan para ofrecer el tradicional vino caliente y especiado, conocido como «Glühwein», en la modalidad «to go» (para llevar), dado que el sector de la gastronomía está afectado por el cierre parcial que rige.
Esto es para algunos al menos una alternativa, en vista de que están prohibidos los tradicionales mercadillos de Navidad en Alemania. De acuerdo con una encuesta del instituto de opinión YouGov del segundo fin de semana de Adviento, más de la mitad de los adultos en Alemania (53 por ciento) los extraña, las mujeres incluso más que los hombres (56 versus 48 por ciento).
Los expertos en salud, por su parte, están poco entusiasmados con este furor del vino para beber de pie. Por eso, algunas ciudades están pensando en medidas para prohibir su venta.
El ministro de Salud alemán, Jens Spahn, pidió que haya mayor solidaridad. «No puede ser que unos se hagan cargo del ‘Glühwein’ y los otros de las unidades de cuidados intensivos», dijo el domingo en declaraciones al canal RTL.
Mientras algunos están de pie «junto a 40, 50 personas en los puestos de venta del vino», al mismo tiempo el personal de salud trabaja a destajo y da «todo de sí para que otras personas puedan sobrevivir», destacó.
El experto en salud del Partido Socialdemócrata (SPD) Karl Lauterbach también fue crítico desde la ciudad de Colonia. «Estos puestos infringen nuestras restricciones para los contactos. No entiendo por qué lo permite la ciudad de Colonia», escribió en Twitter.
«Esto nos cuesta al final nuevos infectados y muertos. Para esto hay tiempo más tarde, cuando estemos vacunados», agregó. También contó que vio personas sin mantener distancia y sin máscara, pero con vino caliente o cerveza en la mano.
En Colonia rige de 22:00 a 6:00 horas una prohibición de consumo y venta de alcohol en espacios públicos.
Un portavoz de la ciudad dijo que respetar las reglas es del interés de todos, por lo que la ciudad no quiere tener que estar en todos lados en todo momento, sino que apuesta a la capacidad de los ciudadanos y ciudadanas y a la responsabilidad de quienes operan los puestos. Añadió asimismo que podría haber más sanciones.
Mientras, muchas ciudades piensan en emprender acciones contra las aglomeraciones de personas. Algunas de ellas, como Luneburgo y Leipzig, ya prohibieron la venta y expendio de alcohol en puestos.