Buenos Aires, 7 feb (EFE).- El vicepresidente argentino, Amado Boudou, se presentó hoy voluntariamente ante la Justicia para defender su inocencia después de que un fiscal pidiera su comparecencia para declarar como imputado en un caso de corrupción.
«Vine a ponerme a disposición, que sepa que va a contar con toda la colaboración», dijo Boudou a la prensa a su entrada a los tribunales, donde declaró durante unos quince minutos ante el juez a puerta cerrada.
Boudou admitió que la decisión del fiscal le «sorprendió» y explicó que entregó dos escritos al juez y quiso presentarse de inmediato ante la Justicia para que «prosiga la investigación lo más rápido posible para que se pueda esclarecer todo».
«Soy el principal interesado en esta causa», insistió el vicepresidente, que llegó a los tribunales en vehículo oficial y accedió al recinto por la puerta principal para sorpresa de los periodistas que habitualmente cubren información judicial.
Boudou insistió en calificar como «mentiras» las acusaciones en su contra y subrayó su interés en que «quede claro la máxima colaboración en cualquier instancia de la causa».
Poco antes, el jefe de Gabinete del Gobierno de Cristina Fernández, Jorge Capitanich, había pedido respeto por la presunción de inocencia del vicepresidente frente a lo que calificó como una «sistemática persecución mediática».
El jefe de ministros y portavoz salió así al paso las voces críticas que pidieron la renuncia del vicepresidente tras conocerse la petición de la fiscalía.
El fiscal Jorge Di Lello acusó el jueves a Boudou de beneficiar a la imprenta de papel moneda Ciccone Calcográfica cuando era ministro de Economía (2009-2011).
Según el fiscal, el ahora vicepresidente dio un presunto trato de favor a la empresa, que se declaró en quiebra en 2010 y acabó en manos de la sociedad The Old Fund, presidida por Alejandro Vandenbroele, a quien testigos señalan como «testaferro» de Boudou.
