El río Tea está prácticamente recuperado del vertido aunque se mantiene veda

6544508wSantiago de Compostela, 9 ago (EFE).- El último informe de la dirección general de la Naturaleza sobre el vertido de sosa cáustica en un tramo del río Tea, a su paso por Mondariz (Pontevedra), revela que está prácticamente recuperado, pero se mantendrá la veda en tres kilómetros hasta la temporada de pesca de 1015 como medida de recuperación de la fauna piscícola.

Un vertido de sosa supuestamente procedente de un embotelladora causó la semana pasada la mortandad de miles de peces en este tramo del río.

La conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Ethel Vázquez, ha señalado esta mañana que la Xunta mantendrá análisis periódicos para garantizar la recuperación total de las especies que habitan en este afluente del Miño, hasta que indiquen el momento propicio para hacer sueltas programadas de ejemplares con los que acelerar la repoblación natural.

Los futuros análisis, explica la Xunta, determinarán la idoneidad de la suelta, que se prevé sea en septiembre.

Vázquez ha trasladado esta mañana al alcalde de Mondariz, Julio Alén, el informe de la Dirección general de conservación de la naturaleza sobre el estado del río.

«Revela que estamos ante una situación de práctica recuperación ecológica», ya que los niveles de PH volvieron a la normalidad a principios de semana», ha apuntado la conselleira, «por lo que el río podría recuperarse sin ningún tipo de medida».

No obstante, desde la Consellería se desarrollarán acciones de recuperación, como mantener la veda en el tramo de tres kilómetros hasta la temporada de pesca del año que viene.

Durante la inspección a la zona del vertido esta mañana, Ethel Vázquez también ha indicado que se ha solicitado a la empresa que tome medida preventivas para que este tipo de vertidos no se vuelva a registrar, y de las que deberá informar a la dirección general de conservación.

Ethel Vázquez indicó que los análisis concluyen que el efecto del vertido sobre las aguas fue puntual, con una afección cuantitativa que redujo el número de individuos, pero que no llegaron a aparecer ni a estar gravemente afectados.

Explicó que el estudio de las comunidades de invertebrados, un método empleado para evaluar el estado ecológico de las aguas, y los índices calculados muestran valores en los que apenas se aprecia variación entre el tramo afectado y los que no lo están.

Por el contrario, sí se ha detectado una disminución de las especies más sensibles, pero en ningún caso llegaron a desaparecer, ni se detectó afección a la vegetación acuática de la zona. El mayor daño se produjo en las especies piscícolas, al haber muerto numerosos ejemplares.