Leverkusen (Alemania), 17 feb (dpa) – El nombre de Zlatan Ibrahimovic genera temblores en el Bayer Leverkusen, que recibe mañana al París Saint Germain en plena crisis y apuesta por dos armas contra el poderoso delantero sueco: mucha defensa y algo de fe.
«Tenemos que creer. También porque podemos lograrlo. Pero por supuesto que el Saint Germain es favorito», reconoció el director deportivo del Leverkusen, Rudi Völler, ante el complejo desafío en la ida de octavos de final de la Liga de Campeones europea.
«Mental y físicamente debemos ir al límite», pidió el técnico Samii Hyypiä. «Es lo único en lo que tenemos que concentrarnos».
El finlandés quiere que sus 11 jugadores formen una defensa compacta para anular a Ibrahimovic. Pero ni siquiera así confía en frenar al que describió como uno de los mejores jugadores del planeta. «Puede hacer goles de la nada», advirtió.
Lo cierto es que el Leverkusen, segundo en la Bundesliga pero a 16 puntos del líder Bayern Múnich, se presenta como la víctima perfecta para el campeón francés.
Los alemanes perdieron cinco de sus últimos siete partidos en Liga, incluyendo el de este fin de semana ante el Schalke por 2-1, y la semana pasada sufrieron una humillante eliminación en la Copa Alemana al caer 1-0 ante el Kaiserslautern, de segunda división.
Ibrahimovic se esforzó por ignorar los problemas del rival y quitó a su equipo el rol de favorito. «El Leverkusen llegó hasta aquí porque tiene un muy buen equipo», dijo en una entrevista en la web de la UEFA.
El sueco, que lleva ocho goles en Liga de Campeones, destacó el segundo puesto de los alemanes en Liga: «Eso lo dice todo. Serán dos finales», dijo sobre los partidos mañana en Leverkusen y el 12 de marzo en el Parc des Princes.
El PSG quiere quitarse las malas sensaciones del año pasado, cuando quedó eliminado en cuartos de final ante el Barcelona, y meterse al menos entre los cuatro mejores de Europa.
«Tenemos un equipo con mucho potencial y mucha calidad. A nivel colectivo, este año somos mucho más fuertes», sostuvo Ibrahimovic.
El sueco, de 32 años, tiene dos buenos motivos para apostar todo en la Liga de Campeones: todavía no ganó nunca el trofeo y su país quedó fuera del Mundial de Brasil 2014, por lo que coronarse en Europa es el máximo logro que podría alcanzar este año.
En contra de lo ocurrido al Leverkursen, el PSG ganó este fin de semana el «ensayo general» en Liga y goleó 3-0 al Valenciennes con goles de Ibrahimovic y del argentino Ezequiel Lavezzi.
El técnico Laurent Blanc podrá sentarse mañana finalmente en el banquillo. La UEFA lo había suspendido al considerarlo responsable de reetrasar el inicio de varios partidos, pero el ente rector del fútbol europeo revisó la sanción y la dejó en suspenso.
Por Dietmar Fuchs
