Londres, 12 nov (dpa) – Las plantas de la residencia oficial del príncipe Carlos de Inglaterra no tienen nada que ver con el típico jardín inglés. En una esquina de Clarence House, en pleno centro de Londres, se cultivan verduras de manera ecológica. Carlos, que el miércoles cumple 70 años, probablemente será el primer agricultor ecológico en subir al trono británico.
Pero de momento, su madre la reina Isabel II, de 92 años, sigue siendo la soberana. A una edad en la que otros hace tiempo que se jubilaron, Carlos sigue esperando poder empezar a trabajar. El príncipe es un heredero al trono peculiar en muchos aspectos, ya que no sólo aboga por la agricultura ecológica, sino que también es un firme defensor de la prevención del cambio climático, un activista por los derechos humanos, un apasionado de la arquitectura -que ha llegado a vetar algunas construcciones modernas- y le gusta pintar acuarelas.
El arte también juega un papel importante en los diversos festejos con motivo de su cumpleaños. Ya en octubre muchos actores y fans de Shakespeare acudieron al Palacio de Buckingham para elogiar el compromiso del heredero al trono con las artes. «El príncipe Carlos también aboga por las causas sociales», dijo a dpa el experto en monarquía Rolf Seelmann-Eggebert.
Pero cuando se convierta en rey, Carlos ya no se inmiscuirá en política, según declaró en una entrevista con la cadena BBC con motivo de su 70 cumpleaños. «No soy tan tonto». Ser rey es algo completamente distinto a ser heredero, aseguró.
Muchos británicos consideran a Carlos un poco excéntrico y se preguntan, por ejemplo, qué clase de heredero al trono se marcha al desierto del Kalahari o a una remota isla británica para encontrarse a sí mismo. En una ocasión que apareció con un vendaje en la inauguración de un museo dijo: «Cuando uno conversa con los árboles durante tanto tiempo en algún momento uno se topa forzosamente con un madroño agresivo o con un roble malhumorado.»
También sus padres, la reina Isabel II y el príncipe Felipe, consideran a veces extraños algunos comportamientos de su hijo mayor, según se desprende de varias biografías.
Carlos vivió el momento más bajo de su popularidad cuando salieron a la luz detalles picantes sobre su relación con Camilla, su actual esposa pero que durante años fue su amante. Para muchos británicos la gota que colmó el vaso fueron unas grabaciones tomadas en secreto en la que el heredero al trono expresaba su deseo de ser un tampón de Camilla. «Ella era su adicción de la que no lograba desengancharse; una obsesión de la que no quería liberarse», dijo su antiguo ayuda de cámara Stephen Barry.
Pero sobre todo, lo que le reprochan los británicos es cómo trató a Diana. Poco antes de su compromiso, causó polémica la respuesta de la pareja a una pregunta sobre si estaban enamorados. Ella soltó un «sí, ¡naturalmente!» mientras que él declaró: «Sea lo que sea que signifique estar enamorados.»
Cuando la princesa Diana murió en un accidente de tráfico en París en 1997, un año después de haberse separado de Carlos, el pueblo lloró su pérdida pero también expresó su rabia. Camilla fue objeto de burla. ¿Y ahora? En los últimos años la nueva esposa de Carlos, con la que se casó en 2005, se ha ganado el favor de los ciudadanos y parece hacerle bien al príncipe, que parece más equilibrado que antes y sonríe más. «Ha encontrado la tranquilidad», asegura Seelmann-Eggebert.
No obstante, al contrario que sus hijos Guillermo y Harry, el heredero al trono sigue siendo inaccesible de alguna manera aunque se ha ganado el respeto de muchos de sus súbditos. Con su compromiso con la agricultura ecológica, por ejemplo, realiza una labor pionera. Sus iniciativas también consiguen recaudar dinero. Está considerado un miembro de la realeza trabajador que descarga a su madre asumiendo muchos de sus compromisos. ¿Le hará la reina un regalo de cumpleaños especial a su hijo mayor? El Palacio de Buckingham confirmó a dpa que dará una fiesta en su honor aunque no desveló más detalles.
La cuestión es si tras décadas de espera Carlos todavía tiene ganas de convertirse en rey a una edad avanzada. Nunca antes un monarca británico había esperado tanto tiempo para llegar al trono. «Yo creo que él acepta el mandamiento divino de que es el heredero», opina Seelmann-Eggebert. Muchos británicos prefieren como rey al príncipe Guillermo, el segundo en la línea sucesoria. Pero el experto alemán está convencido: «En ningún caso Guillermo apartará a su padre.»
Hasta que llegue el momento, Carlos prefiere pasar su tiempo libre en las Tierras Altas de Escocia, donde le gusta pasear en la naturaleza enfundado en una botas de goma acompañado de Camilla.
Por Silvia Kusidlo (dpa)