El polémico debate sobre los restos de Franco llega al Vaticano

Madrid, 30 oct (dpa) – El Vaticano se vio envuelto en las últimas horas en el polémico debate surgido en España sobre la exhumación y el traslado de los restos del dictador Francisco Franco, enterrados desde su muerte (1975) en el Valle de los Caídos, un imponente mausoleo que él mismo ordenó levantar al norte de Madrid.

El proceso está siendo más largo y complicado de lo que en un primer momento vaticinó el socialista Pedro Sánchez, quien a su llegada al Gobierno español en junio lo lanzó como propuesta estrella.

Ahora, su preocupación por la posibilidad de que los restos del dictador terminen en pleno centro de Madrid en una cripta en la catedral de la Almudena, como su familia solicitó formalmente en caso de exhumación, lo han llevado a acudir al Vaticano.

En un gesto poco habitual de la Santa Sede, su oficina de prensa emitió hoy un comunicado para matizar la información surgida de la reunión que mantuvieron ayer la vicepresidenta del Ejecutivo español, Carmen Calvo, y el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.

Tras el encuentro, Madrid comunicó en una nota que la Iglesia católica no se opondría a la exhumación de Franco y que ambos interlocutores coincidieron «en la necesidad de buscar una solución y seguir manteniendo el diálogo» para la inhumación.

Sin embargo, la «número dos» de Sánchez fue hoy más allá y aseguró a los periodistas que el Vaticano coincide con el Gobierno en que los restos del dictador no pueden terminar en La Almudena bajo riesgo de que la catedral se convierta en lugar de enaltecimiento franquista.

«Lo que acordamos fue estar de manera conjunta, tanto el Gobierno como la Iglesia católica, para encontrar una salida que obviamente no puede ser la Almudena», señaló Calvo.

Sus palabras no pasaron desapercibidas en la Santa Sede. El director de su oficina de comunicación, Greg Burke, las matizó en una nota emitida inmediatamente después para dejar claro que Parolin «en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación».

«A propósito de la reunión que mantuvieron ayer el secretario de Estado de la Santa Sede y la vicepresidenta del Gobierno de España quiero precisar lo siguiente: el cardenal Pietro Parolin no se opone a la exhumación de Francisco Franco, si así lo han decidido las autoridades competentes, pero en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación», reza el comunicado.

«Es cierto que la señora Carmen Calvo expresó su preocupación por la posible sepultura en la catedral de la Almudena y su deseo de explorar otras alternativas, también a través del diálogo con la familia. Al cardenal secretario de Estado le pareció oportuna esta solución», añadió el Vaticano.

Tras la matización, la «número dos» de Sánchez insistió ante la prensa en un acuerdo con la Santa Sede. «Esto es así y es así», dijo.

Es la primera vez que el Gobierno deja claro que está en contra de que los restos de Franco se entierren en la Almudena, templo situado junto al Palacio Real en una de las zonas más turísticas de Madrid.

Según señaló Calvo, el cuerpo del dictador debe inhumarse «en condiciones de dignidad, pero en ningún lugar en que puedan ser objeto de ningún tipo de homenaje o posición pública».

La familia del dictador se opuso desde el primer momento a la exhumación y traslado de sus restos presentó alegaciones contra la medida, que el Gobierno quiere materializar antes de fin de año.

Por Ana Lázaro Verde (dpa)