El «no» de Diego Costa a la «seleçao» divide a Brasil

diegocostaRío de Janeiro, 30 oct (dpa) – La decisión de Diego Costa de rehusar la invitación para integrar la «verdeamarela» en el Mundial de Brasil 2014 y apostar por España divide al «país del fútbol» entre dirigentes que defienden incluso que se le quite la ciudadanía brasileña y analistas y deportistas que defienden el jugador.

Las amenazas suenan más fuerte, incluso porque se originan en la poderosa Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), cuyo presidente, José Maria Marin, enfrenta cuestionamientos por sus antiguos vínculos con la dictadura militar que gobernó el país entre 1964 y 1985.

Según anunció hoy el director jurídico de la CBF, Carlos Eugenio Lopes, Marin le recomendó no sólo luchar «en todas las esferas posibles» para impedir a Costa de jugar el Mundial por España, sino también recurrir al Ministerio de Justicia para que le quite la ciudadanía brasileña al jugador, quien en junio pasado asumió la nacionalidad española.

«El presidente me autorizó a iniciar un proceso en el Ministerio de Justicia, pidiendo la pérdida de la ciudadanía brasileña, que Diego Costa repudió», disparó Lopes, en una entrevista publicada hoy por el diario «O Globo» en la que se manifestó convencido de que la opción del artillero «fue financiera».

Para los juristas, sin embargo, la posibilidad de que el gobierno brasileño le quite la nacionalidad a Costa es nula, ya que no hay norma constitucional que la autorice.

Idéntica perplejidad expresó el seleccionador Luiz Felipe Scolari, quien en 2006 dirigió el equipo de Portugal en el Mundial de Alemania.

«Él está dando la espalda a un sueño de millones, el de representar a nuestro equipo ‘pentacampeón’ en un Mundial en Brasil», expresó, al comentar la inédita negativa de un jugador a vestir la camiseta amarilla para defender a otro país.

Diego Costa, quien inició su carrera como juvenil en equipos de la cuarta división y cumplió en Europa toda su carrera profesional, pidió la comprensión de sus compatriotas por su decisión: «Espero que la gente lo entienda».

«Ha sido una decisión bastante complicada por todo lo que era. El país donde has nacido y el país que te lo ha dado todo, España. Lo miré, lo vi, lo repensé y lo correcto y lo mejor era jugar con España porque aquí lo he hecho todo», explicó en una entrevista concedida a los medios oficiales del Atlético de Madrid.

«Todo lo que tengo en mi vida me lo ha dado este país. Tengo un cariño especial, aquí me siento muy valorado por todo lo que hago diariamente y siento el cariño de la gente», explicó el delantero rojiblanco.

«En ningún momento es una renuncia a Brasil, no lo veo así, no lo pensé de esa forma. Simplemente aquí me siento valorado, he hecho toda mi carrera, he tenido todo. Todo lo que soy lo debo a este país en el que estoy, España», aseguró.

Pese a las amenazas de la CBF y de las críticas de «Felipao» Scolari, Costa ha sido respaldado por virtualmente todos los comentaristas de la prensa brasileña, quienes pidieron que se respete su deseo de jugar dónde quiera y sostuvieron que el delantero «no le debe nada a Brasil».

El columnista Vitor Birner, del portal UOL Esporte, recordó que Costa se fue a Europa muy joven y construyó su carrera fuera de Brasil.

«Él, que seguramente hizo sacrificios para crecer en la carrera, despiertó interés de ‘Felipao’ y de Vicente del Bosque. Esto lo conquistó con esfuerzo y sin ayuda de ninguno de nosotros. Ahora, que es exitoso, no tiene ninguna obligación de atender a los deseos de quien lo tildará de traidor por preferir a España», expresó.

Asimismo, el influyente analista Juca Kfouri, de «Folha de Sao Paulo», recordó que el propio Scolari incluyó al mediocampista Deco en la selección portuguesa, y que en ese entonces «nadie acusó al brasileño nacionalizado luso de ser un traidor»: «Diego Costa hizo su elección y debe ser respetado».

Las acusaciones de brasileños a Diego Costa genereraron además una airada reacción del ex tenista Fernando Meligeni, quien nació en Argentina pero hizo carrera en Brasil, país al cual defendió en numerosas ocasiones -y con notable pasión- en la Copa Davis.

«Yo también he sido llamado para representar a Argentina y no acepté», recordó el ex tenista, quien se manifestó «asustado» por la falta de inteligencia, de vergüenza y la falta de sensibilidad hacia un atleta que elegió representar a otro país».

«Me da vergüenza de la gente en estos momentos, me da rabia esa política sucia y ridícula… No tenemos derecho a obligar a una persona a querer representar un país. Esto se hace con amor, con alegría, con orgullo. Y, claramente, Diego no siente esto por la camiseta brasileña», concluyó.

Por Diana Renée