“Nos ha dejado un grande y grande es el legado que deja en Carreño”, estas fueron las palabras de Ángel Riego, Alcalde de Carreño, al conocer la triste noticia del fallecimiento del pintor Antonio Suárez, el pasado lunes en Madrid.
“Podremos recordarle siempre contemplando el mosaico que cuelga en una de las paredes del Centro Polivalente “La Baragaña”, añadió.
El mosaico del artista Antonio Suárez fue recuperado por el Ayuntamiento de Carreño en el año 2005, procedente de una casa particular que iba a ser derribada. Este mosaico estaba adosado a una de las paredes de la vivienda, para la que específicamente fue diseñado.
El mosaico de formato semicircular representa una escena que tiene como protagonista una villa marinera, Candás. En la parte inferior izquierda, se presenta una mujer arrodillada y adormilada, apoyada sobre una fuente, referente iconográfico de la Fuente de Santarúa, elemento con el que se singulariza a esta villa.
Sobre esta mujer, Antonio Suárez, representa el sueño que la misma está teniendo, escenificado con el mar, un barco velero y dos palomas, cierra la composición el sol como astro testigo de lo que está ocurriendo. Las imágenes se hacen muy esquemáticas, delimitadas por medio de líneas de color negro, con superficies planas y sin matices.
La realización de este mosaico fue un regalo que hizo Antonio Suárez a los padres de los propietarios de la casa, como agradecimiento a la ayuda económica que le habían proporcionado cuando el artista residía en Madrid.
Antonio Suárez comienza a trabajar con la técnica del mosaico en torno a 1955. Su temática e iconografía camina paralela a su obra pictórica, frente a la gestualidad informalista propia del grupo “El Paso” del que fue uno de sus fundadores, en sus mosaicos encontramos un análisis de la realidad más o menos próxima y más o menos evidente.