El Gobierno de Daniel Ortega responde con violencia a los manifestantes civiles

Managua, 12 jun (dpa) – Al menos cinco personas murieron y decenas más resultaron heridas y detenidas en violentos sucesos ocurridos hoy en Nicaragua, donde el Gobierno de Daniel Ortega lanzó una fuerte ofensiva contra manifestantes civiles atrincherados en barricadas en tres ciudades del país.

Efectivos de la Policía y paramilitares realizaron operativos desde la madrugada en la capital, Managua, en Carazo (sur) y en Jinotega (norte), en un intento por remover los “tranques” (bloqueos) en las carreteras y las barricadas levantadas en las ciudades.

En Jinotepe, capital de la provincia de Carazo, a 50 kilómetros de Managua, se reportó la muerte de dos veteranos de guerra que apoyaban a la Policía, así como un número no precisado de heridos y la destrucción de la casa del alcalde, Mariano Madrigal.

“La policía y las ‘turbas’ (paramilitares) atacaron a los manifestantes desarmados, pero el pueblo de Jinotepe salió de sus casas a apoyar a los jóvenes, que son estudiantes universitarios y trabajadores”, dijo el párroco de la iglesia Santiago, padre Juan de Dios García.

“Todos estos muchachos son de aquí, son estudiantes y no vamos a dejar que los maten”, agregó el sacerdote. Afirmó que la Policía opera en conjunto con “vagos y pandilleros a los que les paga 300 córdobas (9,50 dólares) para salir a matar gente”.

También se registraron ataques de paramilitares a pobladores civiles en las ciudades vecinas de Dolores y Diriamba. En esta última, los habitantes levantaron barricadas en torno al mercado para proteger a sus más de 1.000 comerciantes de posibles saqueos, informó el matutino “El Nuevo Diario”.

En Jinotega, a 140 kilómetros al norte de Managua, el diario consignó la muerte de un hombre de 21 años en un tiroteo entre paramilitares y manifestantes, mientras un adulto no identificado fue encontrado muerto cerca del mercado municipal. Otro campesino falleció tras ser baleado en la localidad minera de Siuna (noreste).

En un mensaje en las redes sociales, el cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), condenó los sucesos violentos de las últimas horas e instó “a las autoridades a detener los ataques contra la población” civil.

El también arzobispo de Managua, que preside la comisión de mediación del diálogo nacional, suspendido hace más de dos semanas, formuló «un llamado a seguir buscando la paz en un ambiente pacífico y no de violencia».

Previamente, en Managua, fuerzas paramilitares habían atacado a estudiantes tras barricadas en los alrededores de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), las que fueron posteriormente removidas por maquinaria de la Municipalidad.

También en El Crucero, 24 kilómetros al sur de la capital, policías y armados de civil realizaron redadas y capturaron a una veintena de jóvenes y adolescentes, según denunciaron vecinos de la zona.

Más de 50 personas, familiares de los detenidos, se aglomeraban este mediodía (local) frente a las oficinas de Auxilio Judicial de la Policía, en Managua, donde se cree fueron llevados.

Alvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), aseguró que “una gran cantidad de personas fueron detenidas” en los operativos de las últimas horas.